Los abuelos españoles ejercen de "canguro" dedicando diariamente más de seis horas de media al cuidado de los nietos y esta actividad no siempre es voluntaria, ha advertido la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), que a su vez ha hecho un llamamiento a la prudencia a la hora de sobrecargar a los abuelos de tareas.

Para la SEGG el número de horas que dedican los abuelos a sus nietos es comparable con la jornada laboral de un trabajador, según datos la Encuesta de mayores 2010 elaborada por el Ministerio de Sanidad y Política Social.

La actual situación económica junto con la dificultad para conciliar la vida laboral y familiar de los padres, obliga a que cada vez más familias pidan ayuda a los abuelos para cuidar de los nietos, sobre todo en horario extraescolar. Aunque esta decisión no es sólo económica, también se basa en la confianza que los padres depositan en los abuelos, y en la opinión, cada vez más extendida, de que los niños con quien mejor están es con los abuelos, y para ellos el poder estar con sus nietos les hace sentir "más vivos y más útiles" y a aparcar la soledad. Según el presidente de la SEEG, Pedro Gil Gregorio, entre los abuelos cuidadores se rebajan "los sentimientos de tristeza, soledad y aburrimiento".

En este sentido, el presidente de la SEGG, Pedro Gil, recuerda que "cuidar a los nietos debe ser una actividad placentera para abuelo y nieto, pero nunca convertirse en una carga y que el mayor pueda sentirse sobrepasado por las tareas a realizar". Los beneficios recíprocos entre abuelos y nietos puede conllevar problemas de estrés, ansiedad o depresión si los abuelos se ven sobrecargados de actividades con los nietos, alerta Gil.