La romería de San Benito volvió a poner de manifiesto, y se computan un sinfín de años, que el "máis milagreiro" es una de las imágenes más veneradas y queridas de Galicia.La fiesta tuvo su tradicional doble vertiente religiosa y gastronómica. Los fieles procedentes de distintos puntos de Galicia cumplieron con los ritos de pasar tres veces por debajo del altar, acariciar la cara del santo con el pañuelo y, especialmente, conseguir el aceite que según la tradición cura todas las dolencias de la piel.

Sólo durante la mañana ardieron en la lámpara en la que se quema el "aceite del santo" más de 20 litros para satisfacer la demanda de los fieles, que acudieron al monasterio provistos de frascos y botellas en los que transportar el óleo. A mayores, podían comprar envases de unos 15 centilitros.

Y a cambio de la intercesión del santo, los romeros acudieron al monasterio de Lérez con cientos de ofrendas. Se recogieron desde exvotos de cera que reproducen las partes del cuerpo que San Benitiño (como lo llaman cariñosamente los fieles) ayudó a curar a huevos y aves que fueron subastados durante la tarde en la "poxa das galiñas".

Los oficios religiosos se sucedieron durante toda la jornada y tras la misa central la pequeña imagen del "máis milagreiro" salió en procesión adornada de billetes.

En el interior del monasterio los fieles cuentan con dos libros en los que anotar sus peticiones y agradecimientos. Entre las solicitudes, un empleo, un buen matrimonio o que el santo "me cure las verrugas" y entre los agradecimientos anotados ayer podían leerse frases como "gracias San Benito por hacerme funcionaria".

Y tras cumplir con los ritos, los romeros pudieron degustar una tonelada de mejillones y 500 kilos de empanada que repartió gratuitamente el concello en la Illa das Esculturas. Las obras del AVE obligaron a trasladar las degustaciones desde los "salones del Lérez" a este otro emplazamiento en la ribera del río, un cambio que fue felicitado por la práctica totalidad de los asistentes.

Éstos disfrutaron de los almuerzos campestres bajo la arboleda y en un entorno más amplio, con más facilidades de acceso y aparcamiento.

A mayores, en la Illa también se instalaron puestos, una carpa y se celebraron diversas actuaciones musicales que completaron la mejillonada popular.

Varias de las familias participantes en la romería acudieron hasta la Illa das Esculturas en pequeñas embarcaciones con las que remontaron el río en el "día grande" en honor al pequeño santo milagreiro.