Comienza a hablar con mucha cautela, como evitando dar demasiada confianza a su interlocutor. Pero cuando empieza a desmembrar los entresijos de su nuevo disco aparece una Najwa Nimri más cálida y, al despedirse, uno se queda con las ganas de conocer mejor a esta particularísima actriz y cantante. El próximo jueves 22 de abril presenta en la Sala Mondo de Vigo su nuevo trabajo musical, “El último primate”, con el que al día siguiente estará en la sala Capitol de Santiago.

Tras tres años de silencio, Najwa regresa con fuerza ya que, además de esta inquietante y atractiva propuesta musical, estrena cinco películas: la nueva de Achero Mañas ,“Todo lo que tú quieras”; “También la lluvia”, de Icíar Bollaín en Bolivia; “Verbo”, debut en largo de Eduardo Chapero y dos pequeños papeles con Julio Medem (“Habitación en Roma”) y Ken Loach (“Route Irish”).

-“El último primate” es un disco complicado, de los que raramente se escuchan en las radiofórmulas.

-No es disco de una primera escucha y es más fácil de recibir en directo, porque tiene un componente anímico y de concepto importante. La verdad es que no es la mejor fórmula para el momento actual, en que la gente se baja los temas y los escucha rápidamente. Pero nunca hago los discos pensando en que vayan a ir bien o no.

-Sólo en este cuarto disco canta, por primera vez, en español. ¿Por qué ahora?

-Estaba muy cómoda con el inglés y notaba que funcionaba bien y es complicado salir de ahí. Sin embargo, me quedé casi muda tras una operación y decidí que era el momento para comenzar a usar el castellano y expresarme con mayor claridad.

-¿Se siente alguna vez como el último primate?

-Permanentemente; de hecho casi todos los domingos, ese día en el que parece que estamos en una extraña espera y me veo con el carrito y haciendo el mono.

-Serán conciertos íntimos los de esta gira...

-Iré con guitarra, bajo y batería y, además de presentar el nuevo disco, haremos alguna versión. En el norte me puedo dar el lujo de plantear un concierto y cumplirlo; los gallegos son más tranquilos.

-Estrena cinco películas en un año, ¿cómo lo ha conseguido?

-Ninguno es protagonista, porque todos hombres. Son papeles bonitos que no tienen nada que ver unos con otros; hago de madre, de amante, de Isabel la Católica.

-¿Y el papel con Ken Loach?

-Me conocía por la película de Icíar Bollaín; me probó y me eligió. La rodamos en Liverpool, pero es un papel pequeñito.

-¿Quizás un primer paso para dar el salto a Hollywood como hace años intentó?

-Eso fue cuando me quedé embarazada, hace cinco años. Fui a Hollywood seleccionada por una potente agencia de actores, que nos reclutaron a Paz Vega y a mí. Pero volví. Ya no estoy con esa agencia y es muy complicado dar el salto, pero estoy segura de que volveré a América, cuando quieran actrices más maduras.

-¿Cómo fue el regreso a los rodajes tras tres años de parón?

-Como si no me hubiera ido; ese tiempo no estuve parada, solucionaba mis asuntos personales, grababa, volaba a Londres para producir...

-¿Pero echaba de menos el cine?

-Le echo de menos cuando él me echa de menos a mí.

-La maternidad, ¿cambió de alguna manera su forma de concebir la música o de actuar?

-Para nada; pobrecito mi niño si he creado este disco por él. No ha cambiado mi percepción de la vida; no veo ahora todo de color de rosa como en un anuncio de Evax.

-¿Es una ventaja ser actriz a la hora de subirse a un escenario a cantar?

-No creas, el teatro sí que me habría ayudado a ponerme en el directo con valentía. Lo que sí me ha aportado el cine es la posibilidad de conocerme más rápidamente.

-Está a tiempo para probar las tablas...

-¿Por qué no? si me propusieran algo interesante lo haría, aunque no se muy bien cómo se ataca.