Pilar Mera / A CORUÑA

Juan Manuel Pérez supo de la valiosa mano de obra que Galicia aportó a la construcción del canal de Panamá "de casualidad", cuando desempolvaba unos documentos sobre la obra que Estados Unidos- administrador del canal hasta 1999- depositó en la biblioteca del Congreso, en Washington, donde trabaja desde hace años. Tras encontrarse con varias fotos de obreros descritos en el archivo como "gallego workers", comenzó a investigar hasta descubrir que los operarios gallegos eran "los mejor valorados" por los ingenieros que dirigían los trabajos. "Me llenó de orgullo y eso me animó a seguir investigando", hasta publicar " Los trabajadores gallegos en la construcción del canal de Panamá, 1904-1914", editado por la Fundación Barrié y el Consello da Cultura Galega.

-¿Cómo fueron a parar 5.500 gallegos a Panamá?

-En los primeros años de la obra los trabajadores (la mayoría de las Antillas) no rendían, enfermaban y dejaban pronto el trabajo, así que uno de los ingenieros estadounidenses decidió contratar a unos 500 operarios gallegos con los que había trabajado en unas obras de ferrocaril en Cuba y que le habían dado muy buen resultado. A los pocos meses, al ver rendimiento que tenía ese grupo en la construcción del canal, la comisión encargada de las obras envió a un reclutador, Leroy Park, a España para contratar a más gallegos. Con la ayuda del naviero vigués Estanislao Durán, que organizaba los viajes, Park consiguió enviar a Panamá, entre principios de 1906 y finales de 1908, a unos 9.000 obreros españoles, de los que entre 5.500 y 5.800 eran gallegos, la mayoría de la zona de Vigo y Pontevedra.

-Pero esta contratación en origen no fue del todo sencilla.

-Efectivamente, el Gobierno español por aquella época no tenía muy buenas relaciones con Estados Unidos y tenía una política contraria a la emigración. De hecho, a finales de 1908 aprobó una ley que prohibía emigrar a Panamá. Y también he visto pasquines de la época en los que se decía a los gallegos que no fuesen allí porque las condiciones laborales eran malas y había muchas enfermedades.

-¿Por qué eran tan apreciados los trabajadores gallegos?

-En ninguno de los documentos que he revisado encontré ni un solo mal comentario sobre los gallegos, al contrario. Todos los informes de los ingenieros coinciden en que los gallegos eran "los mejores obreros", porque además de fuertes y corpulentos, eran más trabajadores que los antillanos y más pacíficos que los italianos.