Gracias a vivir en un municipio de menos de 5.000 habitantes, Enrique ya sale a pasear y a jugar con sus hijas Uxía y Claudia por los caminos de A Lama a cualquier hora del día. Son las ventajas de residir en un pequeño concello, en el que la desescalada de la crisis sanitaria del Covid-19 va por delante y sus vecinos se aproximan a la "nueva normalidad" antes que los demás. Es el caso de A Lama, donde -como bromea su teniente de alcalde, David Carrera-, "aquí podemos hacer casi lo que nos da la gana", porque en el rural "solo te vigila el vecino". Ya en serio, el concejal asegura que los vecinos están siendo mayoritariamente responsables desde el inicio del estado de emergencia por la crisis del coronavirus y que lo siguen siendo ahora que se puede salir a la calle a cualquier hora en estos pequeños municipios.
"La gente en realidad sigue medio confinada, pero sí se ve más gente en el paseo, sobre todo por la tarde, y se nota que todos saben lo que tienen que hacer", explica Carrera. En este pequeño municipio de menos de 3.000 habitantes se produjeron dos casos de coronavirus durante la actual pandemia, en una pareja que ya superó la enfermedad y la preceptiva cuarentena.
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Las pocas tiendas que hay en el centro de A Lama están ya abiertas. No así los bares, que como todos esperan al día 11, si bien ninguno de ellos dispone de terraza, por lo que ahora pueden elegir entre solicitarla e instalarla, o bien seguir esperando a que se pueda acceder al interior del bar con normalidad.
Mientras, el departamento de Servicios Sociales, que dirige el propio David Carrera, continúa con el reparto de alimentos y medicamentos a los vecinos que lo necesitan. A este servicio han añadido el reparto de dulces para los niños, información para los adultos y ahora también de mascarillas para que los pequeños se acostumbren a las normas de la "nueva normalidad".
En el municipio de Portas "todo está tranquilo", dice su alcalde Ricardo Martínez. En este pequeño pueblo de menos de 3.000 habitantes no se produjeron casos de Covid-19 "que nosotros sepamos", matiza el alcalde, y también las pocas tiendas del pueblo están abiertas. Dentro de esta Fase 0 como novedad han abierto también las peluquerías. El Concello sigue encargándose de la asistencia a personas mayores que viven solas, de hacer la compra a quien lo necesita e incluso de llevar los deberes escolares a los niños "porque aquí internet va como va, y hay que llevárselos en papel", explica el alcalde.
El regidor de Campo Lameiro, Carlos Costa, destaca el comportamiento cívico de la mayor parte de la población que "hace vida normal, pero sabe cómo hay que protegerse; ahora se controla más". En este municipio de unos 2.000 habitantes solo se conoció un caso de covid-19, el de un músico que regresó de Madrid a su casa familiar, si bien ya ha superado la enfermedad y la cuarentena. Con los pocos comercios del municipio ya operativos, algunos de sus bares no prevén abrir el próximo lunes, porque "no les compensa", como explica el alcalde.
Vídeo divulgativo
En Campo Lameiro, el párroco ha protagonizado un vídeo divulgativo para recordar las medidas de protección individual frente al Covid-19. Con una gran carga humorística, el sacerdote Fermín Santiago recurre a los Reyes Magos y a varios personajes de los dibujos animados para dar consejos para mantener el distanciamiento social, lavado de manos, uso de mascarillas y desinfección de viales. Es un trabajo divulgativo realizado por el Concello para recordar a todo el vecindario las medidas de prevención individual que debe tomar "y que debemos tener presente y no relajar la guardia", explica.
Con un núcleo urbanizado como es San Antoniño, el concello de Barro vive igualmente la desescalada con la tranquilidad de un pequeño municipio, "sin aglomeraciones, sin situaciones extrañas y sin medidas especiales", indica su alcalde Xosé Fernández Abraldes. "Hay bastante responsabilidad entre la gente", dice el regidor nacionalista, en un municipio en el que -a falta de cifras oficiales- se tuvo conocimiento de al menos dos casos de coronavirus. En los últimos días se han hecho en este municipio 64 test, con ningún positivo.
La alcaldesa de Moraña, Luisa Piñeiro, mantiene estos días reuniones telemáticas con los hosteleros y los comerciantes del municipio para planificar el regreso a la actividad. El vecindario, en general, "cumple las normas", afirma la alcaldesa y la vuelta a la calle se está realizando sin contratiempos.
Gimnasia "a domicilio"
En este municipio se retomará la próxima semana una actividad de gimnasia y de memoria para mayores de 60 años. Al no poder realizarse de forma presencial, el Concello enviará a los domicilios de los participantes las prácticas que deben realizar. En Moraña las peluquerías han vuelto a abrir también con cita previa y los hosteleros se preparan para volver a la actividad el lunes, si pueden. Para ayudar a la hostelería local el Concello de Moraña ha ofrecido la ampliación de la superficie de las terrazas para poder atender a un mayor número de clientes
En Cuntis la reapertura de los establecimientos va más lenta. Hasta el momento ha abierto un solo local pero la semana próxima prevén retomar la actividad otros negocios. Cuntis también ha sufrido la pandemia con algunos casos positivos -sin computar oficialmente- y su alcalde, Manuel Campos, coincide con sus homólogos de la comarca en destacar que "la gente en general se comporta bien, con toques de atención muy puntuales". En todo caso el Concello de Cuntis ha pedido "responsabilidad" al vecindario en este proceso de desescalada de la crisis. "Ante algunos casos detectados en los últimos días que muestran cierta relajación, el Concello realiza un llamamiento al civismo y al cumplimiento estricto de las normas decretadas en estas fase del desconfinamiento", dice el alcalde, quien recuerda que "en Cuntis la pandemia no está superada ya que a día de hoy seguimos teniendo casos positivos, de modo que es preciso extremar las precauciones".
