Pontevedra presume de que ya cumple a día de hoy los objetivos fijados por las directrices de la Unión Europea para el año 2030. Se cumplen en los tres principales ámbitos de competencia municipal como son el urbanismo, la gestión de los residuos y la gestión del ciclo del agua.

En el apartado de "Urbanismo, edificación y obra pública" el documento de la Estrategia pide "posibilitar la movilidad no motorizada y el uso de transporte público, ofreciendo recorridos eficientes y seguros para la movilidad peatonal y en bicicleta; y mejorar la calidad y el confort de los espacios abiertos de las villas y ciudades, como incentivo de su uso en tiempo de ocio y alternativa a la climatización artificial". El objetivo que marca el documento en este apartado es situar en el 20% el uso del vehículo privado en las ciudades para el horizonte de 2030, así como aumentar la biodiversidad urbana en un 30%.

Algunas medidas aplicadas fueron reducir la velocidad a 30 kilómetros por hora en la ciudad (recientemente se rebajó a 10 kilómetros en el centro), o eliminar el tráfico pesado en las zonas de alta densidad.