En la gestión de los residuos, el objetivo propuesto en la Estrategia 2030 pasa por una apuesta total por el compostaje in situ. El documento recoge como objetivo "promover y maximizar el uso de diferentes modalidades de compostaje in situ, buscando el mínimo transporte tanto de los residuos como de los fertilizantes obtenidos y garantizando la máxima calidad ambiental. Como instrumentos cita, entre otros, la "promoción del compostaje individual o comunitario en núcleos urbanos consolidados, o el compostaje en centros educativos", ya en marcha.

El tercero de los ámbitos de competencia municipal que recoge la Estrategia es la gestión del ciclo del agua. En este punto, el objetivo es la reducción de las fugas del agua en la red de abastecimiento y alcantarillas y para eso indica varias líneas de actuación, como la sustitución paulatina de tuberías, la instalación de sensores en puntos clave, o el control telemático de los sensores instalados. El objetivo fijado para 2030 en el documento es reducir hasta el 20% el porcentaje de agua no registrada. En el caso de Pontevedra ese porcentaje ya se sitúa ya entre el 13 y el 14%.