Una mujer de 83 años de edad falleció esta mañana en la parroquia de Lourizán, en Pontevedra. Su cuerpo fue hallado por un hijo suyo que acudía a visitarla en el interior de un pozo al que acudía cada mañana a recoger agua para el consumo diario.

Fue entre las seis y las siete de la mañana cuando la Policía Nacional recibió la llamada de alerta del hijo de la fallecida. Según les relató, acudió como cada mañana a visitar a su madre a su casa del Camiño da Torre de Lourizán cuando entró en la vivienda y no la encontró. Rápidamente acudió al pozo, dado que sabía de la costumbre de la mujer de acudir a buscar agua a este pozo cada mañana y fue allí donde localizó el cuerpo sin vida.

Fueron los agentes de la Policía Nacional los que recuperaron el cuerpo del pozo, que no es muy profundo. Se cree que la mujer se pudo sentir indispuesta cuando acudía a coger agua y caer al pozo, falleciendo. Los agentes se encontraron la botella de agua vacía que solía utilizar al lado del pozo. Tampoco se observaron signos externos de violencia ni ningún otro indicio que apunte a que la causa de la muerte no fuese por accidente o por una indisposición.