El gobierno gallego decretó ayer el cese de la actividad no esencial en la comarca de O Carballiño (que afecta a la villa carballiñesa, a Boborás y O Irixo) al considerar "preciso reforzar las medidas de prevención con el objeto de evitar una mayor propagación del virus". Un varapalo para la actividad económica de la comarca que permanecía en un confinamiento perimetral desde el pasado jueves día 15. El cese de esta actividad no esencial será a partir del jueves a las 00.00 horas y el Diario Oficial de Galicia (DOG) estipulará hoy aquellas que si podrán continuar con su día a día.

En cuanto a la incidencia de la comarca de Verín, el subcomité de expertos propuso confinar perimetralmente al concello verinense, al de Oímbra y al de Vilardevós después no poder aplanar la curva en las últimas semanas y registrarse más casos nuevos. Una medida que se añade a las ya estipuladas de aforos y de reuniones que se pueden mantener solamente entre personas convivientes.

El gobierno gallego también decidió mantener las restricciones impuestas en Ourense y Barbadás y declarar el nivel 2 de alerta en toda la comunidad reduciendo el número de aforos en hostelería y comercios, así como en velatorios y eventos culturales. Además, rebajó la limitación de las reuniones que quedan habilitadas solamente en 5 personas en toda Galicia, y serán efectivas solo en aquellos concellos donde las limitaciones no sean de mayor grado.

La curva

Hoy se cumplen 14 días desde el cierre o confinamiento perimetral de la ciudad de Ourense y la tendencia se reduce en la provincia, pero todavía está en el umbral de "alto riesgo de transmisión descontrolada", como se extrapola después de la toma de decisiones del gobierno gallego. Durante los 14 días de confinamiento de la capital y Barbadás, se ha visto como la curva del coronavirus se aplanaba de forma que Ourense pasó de detectar 239 casos hace 12 días nuevos a 67 en el día de ayer.

La situación epidemiológica de la capital se reduce en los últimos siete días con un descenso de los casos activos y la efectividad de las restricciones no solo del cierre perimetral, sino de las reuniones de no convivientes está bajando la incidencia en la capital que llegó a registrar más de 500.

El gerente del área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco, Félix Rubial, advierte que "el tiempo de restricciones va más allá de 14 días, el día 3 de octubre se tomó una de las medidas más clave desde mi punto de vista, que es la restricción de las reuniones no convivientes. En concreto en el concello de Ourense había muchos rebrotes en estos eventos. Desde que se prohibió ese tipo de reuniones, séptimo día consecutivo bajando los casos activos lo que supone una reducción en un 25% de casos en el concello de Ourense, pero desgraciadamente, el aplanamiento de la curva epidemiológica en la provincia va con un poco de retraso".

A pesar de las medidas de restricción definidas en las comarcas de O Carballiño y Verín, la incidencia de toda la provincia se mantiene al alza por el incremento paulatino de los casos detectados en estas dos zonas y en la comarca barquense. La situación epidemiológica de la provincia de Ourense se centra en tres focos de especial preocupación y una capital que va adelgazando esa tasa de incidencia de la "bomba vírica", pero que su propagación ya se ramificó por las principales villas que se ven afectadas no solo en el ámbito sanitario, sino en el social y en el económico. Todo ello para intentar frenar el "descontrol" y el "alto riesgo" de la pandemia.