La víctima que denunció un cautiverio de 20 días en la casa del clan de los Madriles, con vejaciones, malos tratos, violaciones y diversos actos cuyo principal sospechoso es Javier G. J., de 40 años -en prisión preventiva-, relató al juez que fue obligada con coacciones y violencia -presentaba lesiones- a casi de todo. Según hizo constar el juez instructor, Leonardo Álvarez, en el auto de encarcelamiento, la mujer asegura que , en primer lugar, Javier la obligó presuntamente a alquilar una habitación en un hotel y a mantener relaciones con él. Después fue con él, por miedo, a la casa del clan junto al cementerio de San Francisco. La víctima relató un infierno.

Según su versión, estuvo retenida y controlada cerca de 20 días -hasta que la Policía consiguió liberarla-, el sospechoso la violó y la obligaron a beber, a drogarse, a robar junto a ellos (según la familia, iban a la chatarra, negando el delito) y a sacar dinero del cajero. Presuntamente, la matriarca Ana J. fue con ella a la entidad en dos ocasiones. Una de ellas retiró efectivo. La mujer también aseguró al juez que, tras una de las borracheras forzadas, vomitó y la obligaron a que se lo comiera. También fue forzada a dormir sobre su orina, dijo.

El ingreso en prisión de Javier G. J., de 40 años, se produce por la gravedad de los hechos denunciados y el riesgo de que atente contra la víctima o reproduzca hechos similares, según el juez. En principio se le atribuyen los presuntos delitos de detención ilegal, agresión sexual y lesiones. La Fiscalía pide investigar otro posible de tenencia ilícita de armas. En el espectacular despliegue de agentes de élite GOES para dar cazar al hombre -considerado peligroso- el domingo, no se localizaron armas. Pero la víctima afirma que tenían granadas, armas blancas, una pistola, una escopeta y ametralladoras. Solo aparecieron una de balines, bastones y hachas. La mujer dijo que varias de las palizas fueron con garrote.

Falta un hermano por declarar

Todo el clan -los padres y los 3 hermanos del principal implicado- están imputados por cooperar. En el sumario se determinará en qué grado y por qué delitos. Los familiares del princpial sospechoso tienen una orden de alejamiento. Alberto G. J., exnovio de la joven hace años, aún no ha declarado como investigado. Se le busca aunque fuentes del caso aseguran que el lunes estaba en el juzgado pero no entró a declarar.