"Ha sido un milagro" asegura una de las personas que acudió a auxiliar a la conductora del Seat León, Natalia G., de 38 años, que ayer vivió una pesadilla en Cangas, al volante de su coche con el paso de la borrasca "Cecilia". La vecina de Cangas circulaba a mediodía por la avenida de Ourense para recoger a sus hijos en el colegio Casa de la Virgen, cuando redujo la velocidad de su coche para incorporarse al vial de acceso al centro docente. Asegura que en ese momento, coincidiendo con una ráfaga de viento, vio volar un hierro. Asegura que parecía una hoja de papel de lo fuerte que soplaba el viento "y pensé que si a alguien le caía, lo que podría pasar". De inmediato el segundo hierro, de unos dos metros de longitud, cayó sobre su coche atravesando el parabrisas, en diagonal, de izquierda a derecha, hasta su asiento. Afortunadamente resultó ilesa, casi por milagro. El hierro, dice, se llevó por delante un mechón de su pelo: "Entré en shock. Lo que me vino a la cabeza fue que me pude haber quedado allí muerta. Tuve mucha suerte de que no fuera así", aseguraba Natalia, ya en su casa.

Temporal en Galicia | La borrasca Cecilia deja su huella en O Morrazo

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Lo que se clavó en su coche fue un perfil de hierro que había volado con parte de la cubierta de un edificio de cinco plantas, ubicado en el número 111 de esta calle. Llegaron a caer tres de estos hierros, uno de ellos de 3 metros de longitud, que acabó en una finca y otro más pequeño, además de las chapas metálicas tipo sandwich de la cubierta. "Volvió a nacer", aseguraban miembros de los servicios de Policía Local y del Grupo Municipal de Emergencias de Protección Civil, que se desplazaron de inmediato al lugar, junto a los Bomberos do Morrazo y una ambulancia.

La mujer resultó ilesa, pero sufrió una crisis de ansiedad por lo que fue evacuada al Centro de Salud para recibir asistencia médica. "Lo que vivió es difícil de digerir", asegura el responsable del Grupo Municipal de Emergencias, Cesáreo Coya, ya que la barra de hierro entró por el parabrisas de forma diagonal, de izquierda a derecha: "Si llega a haber copiloto estaríamos hablando de una desgracia". La conductora asegura que las primeras personas en auxiliarla fueron una pareja que viajaba en otro coche: " Me preguntaron si estaba bien y le dije que creía que sí. Tenía cristales en la cabeza y en la boca", recuerda agradecida por la atención que recibió. Coya reconoce que afortunadamente la cubierta del edificio voló antes de que salieran los niños del colegio Casa de la Virgen, porque de lo contrario se podría hablar de una desgracia.

El suceso ocurrió alrededor de mediodía y fue una de las mayores consecuencias del paso de la borrasca "Cecilia" en O Morrazo, que concentró las mayores incidencias entre el mediodía y las dos de la tarde. El transporte de pasajeros en la ría entre Cangas y Vigo y Moaña y Vigo quedó suspendido desde las 13:00 hasta las 16:00 horas.

La alerta roja decretada hacía presagiar más incidencias, sobre todo coincidiendo con la pleamar, cerca de las cinco de la tarde, al unirse la marea alta y olas anunciadas en el mar por encima de los 9 metros, pero tras la intensidad del viento en esa franja horaria hasta la dos de la tarde, la tarde fue más tranquila, aunque con fuerte oleaje y mucho frío.

La Policía Local de Cangas y el Grupo de Emergencias atendieron una decena de incidencias, entre las 11:30 y las 17:15 horas. La primera fue la del desprendimiento de la cubierta en el edificio de la avenida de Ourense. Una dotación de los Bomberos del Parque do Morrazo, reforzado con dos profesionales como todos los parques del Consorcio Provincial ante la alerta roja, permanecieron en el inmueble para fijar la cubierta. A las 12:08, horas la Policía atendió la llamada de una vecina que ciculaba en su coche por Ramal de Paraíso y fue golpeado en el lateral por un contenedor desplazado por el viento. A las 12:18, atendió la caída de un poste telefónico en la playa de Vilariño dando aviso a la compañía; y diez minutos más tarde recibía una llamada por la caída de un árbol sobre la calzada en Espíritu Santo, a la altura de Gruncheiras.

Las inciencias siguieron a las 12:42 por aviso de cables tendidos en la calzada en Serra Poniente, en donde era imposible circular, y hasta donde se desplazaron los eléctricos municipales. A las 13:15 la policía también acudió a la estación de autobuses de Cangas por desprendimientos en la cubierta y a las 13:50 atendió una incidencia por un poste de telefonía caído en el camino de Darins. El Grupo de Emergencias acudió también a la playa de Vilariño por varias embarcaciones de recreo que se soltaron de sus fondeos en la dársena y acabaron varadas en la arena. Localizaron a los dueños e informaron a Salvamento Marítimo. También retiraron un cartel de dirección en A Rúa que bloqueaba la entrada en una casa; sujetaron un cable de fibra óptica que había caído al suelo en Verín y retiraron también hasta tres árboles, el de Gruncheiras; otro sobre el tendido eléctrico en Monte Carrasco y sobre el tendido eléctrico en O Hío. Tanto el Grupo de Emergencias como la Policía trabajron coordinados, así como los servicios eléctricos municipales.