El anuncio del presidente Pedro Sánchez y el posterior decreto de estado de alarma que consideró al sector de la peluquería de primera necesidad y, por tanto, le obliga a abrir las puertas de sus negocios -mientras que las de la mayoría de los comercios se cierran- ha indignado a buena parte de los profesionales de este ámbito. La indignación del sector ha quedado patente en las redes sociales, donde Sandra Alonso -una peluquera que regenta su negocio frente al Novo Mercado de A Estrada- difundió el mensaje con su opinión personal que le ha enviado al presidente Sánchez a través de la página de La Moncloa. Condensa en buena medida la indignación de los profesionales del sector. Ese mensaje está siendo muy compartido en las últimas horas en la red.

Todo mi sector necesita que las autoridades competentes nos envíen un vídeo explicativo de cómo realizar nuestro trabajo a un metro de distancia, que es lo que usted, señor presidente, le ha recomendado a la ciudadanía dada la gravedad de la propagación del Covid-19”, reclamó la peluquera estradense. “También necesitamos saber cuándo será posible adquirir, por supuesto a nuestra cuenta, mascarillas, loción higénica, guantes, etc... para poder atender a esas personas con movilidad reducida que abarrotarán nuestras instalaciones” y “vendrán acompañadas por esa fantástica persona que de manera habitual la ayuda en su higiene diaria”, ironizó. “También me gustaría saber cuándo empezaremos a pagar el 8% de IVA en vez de 21% (con la devolución con carácter retroactivo) ya que somos un sector de primera necesidad”, inquirió, muy molesta con que se considere “artículo de lujo” cortar el pelo o teñir las raíces. Pueden serlo, admitió, unas uñas de gel, por ejemplo.

Sandra Alonso invita al presidente a visitar su peluquería. “Le realizaremos un servicio de manera gratuita (solo válida durante la propagación del Covid-19)”, señala, para pedirle, acto seguido, que “usted y su equipo recapaciten en su decisión, pensando en la salud de todos los españoles, evitando así también los despidos de miles de empleados de este maravilloso sector”.

Y es que, al quedar obligados a abrir por el decreto de estado de alarma, los profesionales del sector de la peluquería entienden que no tendrán derecho al aplazamiento de pagos de autónomos o a hacerle un ERTE a sus empleados para reducir gasto en un momento en el que saben de antemano que no van a tener ingresos. Ello se suma a su temor a resultar contagiados de coronavirus. Temen que, paradójicamente, no cerrar las puertas de su negocio ahora les obligue a hacerlo próximamente pero, entonces, desgraciadamente para siempre.