Cirugía torácica, medicina nuclear y radiología intervienen en la nueva técnica introducida en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) para operar tumores pulmonares reducidos. Ocho pacientes -cinco mujeres y tres hombres- ya se han beneficiado de ella desde su introducción, el año pasado, y todos ellos se encuentran bien y sin secuelas derivadas del procedimiento.

Esta técnica fue reconocida con uno de los trece premios que concede en Galicia la publicación Redacción Médica. En concreto, obtuvo el de mejor acción innovadora de la sanidad pública gallega.

Esta nueva técnica posibilita la localización precisa y resección completa del nódulo pulmonar en todos los casos. En los ocho practicados "se pudo localizar el nódulo, se extrajo con seguridad, se hizo un diagnóstico fiable que muchas veces implicó tratamiento, y los pacientes se fueron de alta en uno o dos días a su domicilio", explicaba ayer a la TVG el jefe del servicio de Cirugía Torácica del CHUS, José María García Prim, que confirmaba que los ocho están bien. El tamaño de los tumores resecados osciló entre 5 y 16 milímetros y el diagnóstico fue de malignidad en seis casos.

La intervención se lleva a cabo en dos fases. Tras detectar la lesión con un TAC, se inyecta en el pulmón un isótopo radiactivo que sirve para marcar el tumor. Al día siguiente, se introduce una sonda a través de un pequeño orificio en el costado con la cual se localiza la lesión y se procede a su resección. "La localización es muy precisa, algunos nódulos presentan una densidad tan baja que la posibilidad de detectarlos sin esta técnica sería nula", aclara el especialista.

El diagnóstico de nódulos pulmonares se ha ido incrementando de forma notable en la última década debido a la mejoría de la sensibilidad de las técnicas de imagen y a su uso rutinario. Un alto porcentaje de estos nódulos pueden ser malignos, por lo que su diagnóstico precoz es fundamental, apuntan desde el complejo hospitalario.