| Una treintena de personas participaron ayer en el Mani Cocido de 2020, que este año llega a su undécima edición. Los participantes en esta histórica cita gastronómica cumplieron con el ritual de inmortalizar la ocasión junto a la estatua del cerdo de la calle Colón de la cabecera comarcal dezana y, por supuesto, degustar el emblemático plato dezano. Los salones de Casa Currás acogieron una vez más esta reunión de amigos que se prolongó hasta bien entrada la tarde.