Una lalinense residente en Botos falleció ayer tarde como consecuencia de un infarto fulminante mientras se encontraba en un gimnasio de la calle Otero Pedrayo de la cabecera comarcal dezana. La mujer de 47 años fue atendida de urgencia por médicos del centro de salud que nada pudieron hacer por salvarle la vida. Incluso se solicitó la presencia del helicóptero medicalizado del 112 que llegó a aterrizar en las inmediaciones. El óbito supuso una gran consternación entre los vecinos.