Tras las críticas vertidas por el PP sobre la demora en la construcción del centro sociocultural polivalente (en las antiguas viviendas de los profesores), el bipartito explica que está pendiente la modificación de crédito para afrontar incidencias que fueron surgiendo durante la demolición de las cuatro casas. Percances que "forman parte de la forma de actuar del señor Otero, que lo único que acarrean son aumentos de partidas económicas para las obras en ejecución, e en detrimento de las arcas del concello".

Así, el ejecutivo cruceño explica que cuando arrancaron las obras, tanto el director como el técnico redactor aconsejaron su suspensión "visto el estado ruinoso de la estructura de las antiguas casas", para modificar el proyecto inicial. Y es que, con el comienzo de los trabajos, detectaron que la medición de desmontaje de la cobertura de plazas de fibrocemento que aparecía en el proyecto no se correspondía con la superficie real de las placas de fibrocemento existentes. En el capítulo de demoliciones, tampoco se tuvo en cuenta el desmontaje del alicatado que conservaba la edificación, por lo que fue preciso incluir una partida económica que cubriese este trabajo.

El bipartito sigue enumerando deficiencias, como que en la planta baja fue necesario levantar el pavimento existente, debido a que la altura reducida que tiene el inmueble entre forjados no permite colocar un nuevo pavimento sobre él. Por tanto, tampoco había en el plan original una dotación económica para la posterior preparación y limpieza del paramento, ni para la colocación del nuevo. En cuanto a los muros interiores del complejo, presentaban problemas de humedades así como desconchamientos del enfoscado interior y grietas. Una vez que comenzaron las rozas de las instalaciones proyectadas salieron desperfectos que también ha que reparar, mediante la limpieza de los paramentos. Esto exige, como en los casos anteriores, una dotación económica específica.

Cuando se demolió la cubierta, aparecieron grietas de consideración en los muros de la fachada, causadas por el "estado deficiente y su escasa calidad constructiva". Esta situación imposibilita la ejecución de la placa de la cubierta inclinada que sí mencionaba el proyecto original, con garantías de calidad técnica y de seguridad estructural. Por eso, surgió la necesidad de reconstruir esos muros de la fachada, mediante la incorporación de un muro de carga de 24 centímetros de espesor para servir de soporte a la cubierta del edificio. El gobierno añade que fue necesaria la inclusión de nuevas unidades de obra para la correcta ejecución del proyecto inicial, como la estructura que conforme la rampa interior de la planta superior mediante la construcción de una losa de hormigón inclinada; la iluminación de la rampa de acceso y su instalación eléctrica para cumplir con los criterios mínimos que marca la normativa, o la unidad de obra para la protección de incendios de la estructura metálica interior. Hubo, también, que modificar el sistema de climatización porque los cálculos iniciales no cubrían todo el edificio. Además, la rampa exterior se colocó para suplir la carencia del ascensor, una dotación que no aparecía en ese proyecto inicial y que se modificó a posterior. La rampa hace la función de rejas para las ventanas, que llevan así una parte fija y otra móvil.

El bipartito añade, por último, que en el plan inicial había una partida para el forjado de hormigón que no era precisa para la ejecución del contrato. Concluye afirmando que tanto el redactor del proyecto de esta obra como la directora de la misma manifestaron al actual gobierno que "lo que se tenía que haber hecho era la demolición de la estructura inicial y el levantamiento de otra nueva". El anterior gobierno local sacó a licitación la construcción e este centro por un importe de 446.369 euros. El contrato se formalizó en abril.