El Colectivo pola Recuperación dos Castros de Toiriz no respalda el proyecto Trazas de Pontevedra, fase I, promovido por el Ministerio de Fomento, sobre esta fortificación. Considera que esta actuación que "supuestamente sirve para poner en valor el Castro de Toiriz, no es realmente un proyecto de musealización o de recuperación del yacimiento, sino un proyecto arquitectónico de lucimiento como si fuese una actuación en un parque cualquiera" y recalca que "no tiene ninguna sensibilidad sobre el patrimonio arqueológico natural" del entorno. Ayer trasladó su posición a la concejala de Cultura, Mónica González. Con respecto a que el proyecto incluirá la retirada de todos los elementos "que fueron colocados con fondos europeos administrados por Agader", tal y como recalca el ente, considera que "curiosamente no hay ninguna partida económica destinada a cortar la hierba ni ningún otro aspecto que contemple la vegetación y el medio ambiente, únicamente obra y elementos constructivos" y entiende que por ello, esta acción "no se puede denominar de musealización o de puesta en valor".

También cuestiona que solo se centre en una parte del enclave. "El resto se supone que quedará a monte, como ahora, y en un camino que acabará por cerrarse por falta de mantenimiento". Con respecto a la instalación de bancos curvos de acero corten que recrean supuestamente los resultados de una prospección geofísica que realizó la Diputación de Pontevedra, señala que "tomar eses resultados como la visión de lo existente en el subsuelo, no tiene ningún fundamento científico, esas prospecciones ofrecen hipótesis, no certezas", subraya. Y opina que la colocación de esa veintena de bancos "cortan el espacio y sustituyen una concepción de un ambiente amplio y abierto por otro fragmentado y encorsetado". También critica la instalación de los 17 postes del mismo material, de 1,60 metros de altura, para incorporar elementos lumínicos y sonoros, excepto unos pocos que están destinados a la información, y valoran que tendrán textos de dimensiones que no responden a los estándares de comunicación, didáctica y musealización.

"Quizás la parte más impactante para los restos arqueológicos será la construcción de un pequeño aparcamiento de coches con pavimentación de grava y placas de celosía de hormigón" y resalta que se construirá en el interior del área de protección integral del castro y "probablemente supondrá la destrucción de un pequeño tramo del parapeto y del foso del castro, si no es que ocasiona la corta de tres castaños y robles". Reprocha que cuente con la autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural un proyecto que afecta al área de protección integral de un castro y que "ocasiona movimientos de tierra con más de 50 cubos de hormigón de cimentación soterrada, que afectará al terreno en 40 o 50 centímetros o más de profundidad".

"Patrimonio no autoriza intervenciones cuando son promovidas por particulares, empresas o asociaciones, como la del Colectivo pola Recuperación dos Castros de Toiriz, a quien en 2010 se nos exigió aspectos que ahora no se contemplan, añade.

Valora que la inversión de 200.000 euros "de una obra probablemente innecesaria, que después el Concello tendrá que mantener, es un despilfarro del dinero público, lo que no nos sorprende del Ministerio de Fomento, que ya debería haber aprendido de la época antes de la crisis de 2008".