El Concello de Lalín se ha visto obligado a devolver algo más de 1.300 euros a un numeroso grupo de usuarios de las piscinas del multiusos que no pudieron hacer uso de estas instalaciones durante el tiempo que permanecieron cerradas por decisión de la Consellería de Sanidade. La orden de este departamento había llegado el 7 de febrero y dos días después el gobierno municipal ordenaba la reapertura de la infraestructura. No obstante, según reza en la documentación oficial, este episodio se ciñe expresamente a los recibos del mes de abril por los cursos de natación que fueron suspendidos en el período comprendido entre el 1 y el 23 de abril pasados.

En aquellas fechas el departamento autonómico remitió comunicaciones al ayuntamiento en las que alertaba de un posible cierre de las instalaciones por incumplimiento de las medidas mínimas exigibles en materia sanitaria. Tras una advertencia, la amenaza se acabó consumando y el Concello no tuvo más remedio que ordenar el precinto temporal de las instalaciones hasta que dichas carencias fuesen subsanadas. A principios de febrero el cuatripartito comunicaba el cierre de las piscinas "para cumplir con las exigencias de la Xunta en materia de personal y seguridad". Días atrás, una inspección de la delegación territorial de la Xunta consideraba una deficiencia que solo una persona se encargase de atender tanto a los alumnos de los cursillos como a los usuarios de natación libre, a pesar de que es una situación que se producía, desde hace años.

En otro orden de cosas, el Concello aprobó el gasto de 33.880 euros para la adquisición de un equipo de deshumectación para las dependencias del Lalín Arena. El acuerdo fue tomado en junta de gobierno local el pasado 22 de mayo, donde también se dio el visto bueno al expediente de contratación de este servicio, así como el correspondiente pliego de prescripciones técnicas y de cláusulas administrativas particulares.