El Concello de Vila de Cruces remitió ayer a la Consellería de Medio Ambiente el documento de la octava modificación de las normas subsidiarias, de cara a iniciar los trámites de su aprobación. Una de las cribas que debe pasar esta modificación es la evaluación ambiental estratégica.

Esta octava modificación incluye tres cuestiones, de las que dos tienen que ver con la adecuación de las normas subsidiarias a la nueva Lei do Solo aprobada en marzo de 2016. Así, uno de los cambios pasa por reducir las distancias de las líneas de edificación en relación con el eje de las vías y caminos municipales (las vías provinciales y autonómicas tienen su propia normativa). El edil de Urbanismo, Manuel Souto, explica que hasta la fecha las normas subsidiarias en Cruces marcan una distancia de 10,50 metros, mientras que la Lei do Solo establece seis. También es necesario regular las zonas de ordenación desde los gobiernos locales, como indica la propia norma gallega. Así, esta modificación marca los criterios para las edificaciones desconformes con el planeamiento pero que no están en situación de fuera de ordenación. Este apartado, como indica el gobierno abre la posibilidad de realizar obras más allá de la conservación y el mantenimiento, permitiendo así trabajos de consolidación e incluso ampliación, de ser necesario.

Al margen de estas dos adaptaciones, el gobierno que encabeza Jesús Otero también plantea la calificación del polígono agroforestal de Aguillós (donde se encuentra el Centro de Interpretación do Galo de Curral), para que el suelo pase de ser suelo rústico a industrial. Souto apunta que "es una zona de la que queremos tener disponibilidad cuanto antes, y es más sencillo a través de una modificación que del PXOM".

De hecho, al tratarse de una propuesta muy inferior al ámbito municipal, los informes sectoriales de diversos organismos deberían ser más rápidos, al tener que revisar menos documentación. Es más, en el caso del polígono de Aguillós ya existían informes anteriores de Patrimonio. Cruces opta por meter en esta modificación el plan parcial para este polígono, de modo que ya figura su desarrollo, la posterior urbanización y las parcelas de que va a disponer. El Concello cuenta con algunas empresas interesadas en instalarse en la zona, máxime después de rebajar los impuestos en virtud de la participación en el programa autonómico Concellos doing Business.

La anterior modificación de las normas subsidiarias de planeamiento se tramitó 2001, mediante un proyecto de la ingeniera de Montes Cristina Gende. Sirvió para desclasificar como suelo no urbanizable los núcleos rurales tradicionales de Dorvisou, Xordedo y Vilar, en la parroquia de Insua, así como el de Duxame-San Miguel, en la de Duxame. No precisó una evaluación ambiental estratégica.