La iglesia del convento de San Francisco, de Santiago de Compostela, se llenó de amigos y religiosos que quisieron acompañar a la familia de José García Oro. El ilustre lalinense fue enterrado ayer en el cementerio conventual después del funeral celebrado en el templo, donde se recordó la figura de este franciscano nacido en la parroquia de A Veiga y bautizado en la de Goiás. Entre los que se desplazaron al oficio religioso estaba el conselleiro de Cultura y Turismo, Román Rodríguez, el alcalde de Lalín, Rafael Cuíña, o el portavoz municipal del Partido Popular de Lalín, José Crespo. Ambos compartieron banco en la iglesia con el artista dezano Antón Lamazares, mientras que los primeros asientos fueron reservados para sus familiares, entre los que se encontraba su hermano Ramón.

García Oro falleció el jueves a los 87 años de edad en una casa sanatorio de la localidad coruñesa de Noia. Sus restos mortales reposarán ahora en las dependencias de una orden religiosa a la que estuvo vinculado durante la mayor parte de su vida, no en vano, tras cursar estudios en los seminarios franciscanos de Herbón, Ponteareas y Santiago, en 1949 ingresa en la orden franciscana para, luego, trasladarse a Roma. Tras regresar a Compostela, se vinculó con la USC. Primero como ayudante de profesor, profesor, opositor a la plaza y, finalmente, catedrático desde 1983 hasta 2001, año en el que se jubila como catedrático de Paleografía y Diplomática. Precisamente tras dejar la actividad docente se hizo cargo del archivo del San Francisco, donde residía. García Oro cuenta, desde hace aproximadamente una década, con una calle con su nombre en su localidad natal.