La centenaria Flora Otero Nogueira, vecina deRendo de la parroquia estradense de Oca, cumplió ayer 102 años. Y lo hizo del mejor modo posible: soplando las velas de su tarta rodeada de los suyos. Fue tan rápida que no les dio tiempo ni de sacar la foto. Y es que, pese a su edad y a la hospitalización que sufrió recientemente por una infección de bronquios y le dejó las piernas debilitadas, Flora sigue muy activa.

Por la mañana, nada más levantarse, desayuna el zumo de naranja y la taza de café con leche y sopas de pan que le prepara su hija Pacita Tato. Luego, sigue la misa en televisión y, acto seguido, inicia su rutina de trabajo diaria desgranando el maíz para las gallinas. Tan lúcida se encuentra que si sabe que al día siguiente no va a tener tiempo, dobla trabajo la jornada anterior. Así lo hizo el sábado. Como quería asistir a la misa que había ayer por ella en Oca y que después tendría oportunidad de disfrutar de la compañía de los suyos, desgranó doble ración de maíz el día anterior.

Así, tuvo tiempo de degustar los dulces regalos que le trajeron, de probarse la capa que le regalaron, de hablar y reírse con los suyos y hasta de grabar con sus bisnietos un vídeo de felicitación de las fiestas navideñas que ahora rulará por el grupo familiar de WhatsApp.

Y es que a Flora -que adora leer y comer verdura- lo que más le gusta es estar con los suyos. Comparte con los más jóvenes su gusto por los dibujos animados. Con ellos ve Los Simpson y ha visto películas como Buscando a Dory o Ice Age. Se lo pasan fenomenal.

Eso sí, Flora -que a diario encarta y hasta zurce la ropa de su familia- tiene claro que los viernes tiene una cita con Luar y el sábado, otra con Bamboleo. Lleva la música en el alma. Como su familia. Todos en un momento u otro han pasado por Xirandola, que dirige su nieta Marita Casal. Le encanta verles actuar. En pocos días, irá a verles a Bandeira. Es una oportunidad más para seguir haciendo piña y tomando ejemplo de una centenaria que sigue dando, día a día, una auténtica lección de vida.