Los seis municipios de Deza y Tabeirós-Montes contabilizaron el pasado año un total de 8.376 empresas, 106 menos que doce meses antes. Las firmas ligadas a la producción ganadera son las responsables en gran medida de esta destrucción de la actividad empresarial, una vez que su censo cae en 43 y mantiene 1.359. El cierre de explotaciones ganaderas o industrias relacionadas con esta actividad es generalizado y solo Cerdedo-Cotobade conserva la docena que tenía. Lalín se mantiene como el territorio en el que este sector es más potente, al contabilizar 389 unidades empresariales (cede una decena) y por detrás están: Silleda (275), Vila de Cruces (96) y Rodeiro (247). Estos tres concellos perdieron 2, 3 y 4 empresas de gremio respectivamente. En Dozón son 93 (-4), en A Estrada hay 111 (-4) y 75 en Forcarei, una menos.

Un escenario más desigual nos topamos en las sociedades mercantiles dedicadas a la actividad industrial y catalogadas con este epígrafe. Según los datos divulgados estos días por el Instituto Galego de Estatística (IGE) en las comarcas están activas 576, tras crecer en cinco en un año. Silleda y Lalín son los municipios que mejores registros muestran, al aumentar sus industrias en 7 y 5 casos respectivamente, mientras que las 169 de A Estrada son cinco menos. La capital dezana suma 195 y ejerce como el principal motor de la actividad industrial en las comarcas, mientras que en Trasdeza son 76. La confección, años atrás una industria muy pujante en Lalín, es ahora un gremio que, aunque no testimonial, sí padece los efectos de una crisis que castigó particularmente a este sector. Bajo este epígrafe la estadística ciñe sus registros a las empresas dedicadas a la confección de prendas de vestir, que en las comarcas baja en una en doce meses y mantiene activas 35, repartidas del siguiente modo: Lalín (25), Silleda (2), siete en A Estrada y una en Forcarei. Lo mismo acontece con las firmas dedicadas a la fabricación de muebles, que tienen un notable peso en la economía de la capital de Tabeirós, donde están radicadas 24 de las 49 totales, pese a que hasta 11 cesaron en su actividad durante el año 2016.

La construcción aglutina a 1.144 empresas -17 más- y se muestra como uno de los principales sectores económicos que repunta; algo que también se constata con el incremento en las contrataciones o el descenso del desempleo en este sector. La distribución de las industrias ligadas a la construcción en la zona es la siguiente: Lalín (364), Silleda (150), Vila de Cruces (88), Rodeiro (36), Agolada (37), Dozón (11), A Estrada (329), Forcarei (51) y 78 corresponden a Cerdedo-Cotobade.

En el comercio también se incluyen los negocios dedicados a la reparación y venta de automóviles, que descienden en ocho en un año. Los 488 activos en Lalín son 11 menos de los que había un año antes, el balance de altas y bajas es negativo en un caso en A Estrada, que conserva 426 y en Silleda, con dos menos, funcionan 205. Llama la atención los 11 a mayores de Vila de Cruces, que alcanza los 131. En lo que respecta a las empresas del sector hostelero la estadística indica que están dados de alta siete menos de los 601 que había entonces. En las tres principales localidades de la zona el balance es negativo y el reparto el siguiente: Lalín (176), A Estrada (153) y 94 contabiliza Silleda. En Dozón, por citar un caso, mantienen su actividad los cuatro que había un año antes.

Por otro lado, podemos observar los registros de altas, bajas y permanencias de empresas durante el pasado año, cuando hasta 800 cesaron en su actividad, otras 694 se incorporaron al mercado y 7.682 se mantuvieron. En consecuencia, en la mayor parte de los concellos la apertura de firmas no compensó las nuevas altas. Así las cosas, por ejemplo en Lalín el IGE detalla que hubo 223 altas y 238 bajas. En a Estrada el reparto es de 173 y 196 y Silleda vio nacer hasta 106 empresas, pero también otras 122 echaron el cierre.