El Partido Popular de Lalín registró ayer su alegación a la solicitud de vertidos de aguas residuales tramitado por Racso Soluciones SL para la planta de neumáticos que proyecta en el polígono de Botos. Los populares solicitan a Augas de Galicia que admita su demanda, "como parte afectada", y rechace la autorización de vertidos en vista de que "no se aporta un mínimo de seguridad ni garantías ante los posibles y potenciales riesgos ambientales y de salud". También hay alegaciones de vecinos y de los colectivos Petón do Lobo y Cova Crea.

Racso pretende verter las aguas pluviales de su parcela a los ríos Asneiro, con un caudal máximo de 2.931,964 m3 por año, y Portos, con 3.731,674 m3. El PP alega que el polígono de Botos "está encajado" entre ambos ríos y "relativamente cerca" de Lalín y de los núcleos urbanos de Botos y Soutolongo. Además, "a menos de cien metros" está la estación de bombeo de agua potable que abastece a la mayor parte de la población del municipio.

En segundo lugar, los populares hablan de "residuos complejos", ya que, "además de caucho, fibras textiles y acero, contienen metales pesados, aceites minerales y hasta 200 compuestos químicos diferentes". Si bien son "residuos no peligrosos", presentan "cerca de un 1,5% de sustancias peligrosas" para la salud, como óxido de cinc, aleaciones de cobre en cables metálicos, vestigios de plomo y cadmio, entre otros. Entienden que "pueden ser liberados durante su reciclaje, de modo accidental o directo, bien por arrastre, bien como partículas de polvo en la atmósfera, al agua potable de los dos ríos". El material se acumulará en una solera de hormigón, "que es permeable y puede emitir contaminantes" al suelo y, posteriormente, a los cauces fluviales.

Aunque la actividad no contempla la valorización energética, el PP sostiene que "existe un importante riesgo potencial de incendio", pues los neumáticos "son altamente inflamables". En este sentido, señala que en 2017 fueron denunciados ante la Fiscalía General del Estado 57 incendios en plantas de neumáticos, basura, plásticos, ropa, papel y cartón o vehículos de desguace. De producirse un fuego, estarían en peligro las empresas próximas e incluso los habitantes de los núcleos más cercanos. Podrían liberarse -aduce- óxidos de azufre y nitrógeno, hidrocarburos aromáticos policíclicos, dioxinas y furanos, fenol o cianuro, entre otros. De hecho, las fábricas de cemento, que utilizan los derivados de lo triturado en plantas como la prevista en Botos, expone el grupo popular, "están especialmente equipadas para controlar la liberación de algunos de estos contaminantes".

Alude a que la población lalinense "está muy sensibilizada", porque "es grave el poder de contaminación en caso de incendio, que afectaría al medio ambiente, al agua, al aire y a la salud de personas y animales". Por eso, existe "un intenso malestar" y se percibe "cierta movilización social en su contra".

Proyecto reformado

Por último, el escrito del PP subraya que el proyecto fue reformado para introducir separadores de hidrocarburos con mayor capacidad, sin que conste que se haya presentado dicho modificado en el expediente municipal, por lo que "no existe garantía ninguna de su instalación". En todo caso, considera que estos decantadores "no evitarían la contaminación del agua por metales pesados ni productos químicos de estos residuos".

El portavoz del grupo municipal del PP explica que su alegación "no es política", sino "técnica, amplia y documentada". "Entendemos que así se deben hacer las cosas, presentando una alegación en tiempo y forma, no dando la callada por respuesta, como hizo este gobierno -declara José Crespo Iglesias-. Porque ellos eran partidarios de que la empresa se instalase". En este sentido, se pregunta dónde está el informe que el ejecutivo anunció meses atrás que encargaría a un técnico del campus de Ourense, perteneciente a la Universidade de Vigo.