Un grupo de vecinos de la calle Otero Pedrayo de Lalín anuncia su posición frontal contra la instalación de un parque canino en las proximidades de la estación de autobuses y a unos metros de esta rúa. Representados por el presidente de la comunidad de propietarios del edificio Casal da Torre, indican que además de rechazar esta infraestructura, el gobierno municipal anunció ya el pasado fin de semana el comienzo de la obra para hoy, sin respetar un acuerdo de reunión cerrado el miércoles de la semana pasada.

Los residentes aseguran que tras contactar con el ayuntamiento, tiempo atrás, le indicaron la imposibilidad de reunirse en esas fechas con la concejala de Medio Ambiente, Celia Alonso. Poco después, dicen, la Alcaldía les confirmó la celebración de ese encuentro, que Alonso accedió a fijar para la tarde de hoy, en el que les explicaría los detalles de la actuación. No obstante, para su sorpresa la concejala anunciaba públicamente el domingo el inminente comienzo de los trabajos en una parcela anexa a la parte trasera de la estación de autobuses. Cabe recordar que esta era la zona por la que ya había apostado el Concello meses atrás y entonces los mismos vecinos ya mostraron sus quejas.

Jesús Ulloa, portavoz de los vecinos, señala que no están en contra del recinto, pero que la instalación se lleve a otro lado, porque considera que con el recinto para mascotas relativamente cerca del edificio "se llenará todo de excrementos y moscas". "No queremos un paseo de perros permanente por la calle adelante, porque si ahora pasan dos o tres, luego habrá veinte", arguye. Los afectados dudan de que el Concello mantenga la instalación en condiciones mínimas de limpieza, porque tampoco lo hacen en las calles, y sobre todo porque se responsabiliza a los dueños de los perros de la correcto uso de un recinto en el que ayer deberían haber comenzado las obras, algo que no ocurrió.

La puesta en marcha de un parque canino en Lalín ya había tenido contestación social cuando Alonso planteó, al principio, ubicarlo en una parcela anexa al auditorio municipal. Entonces padres de alumnos del conservatorio mostraron su disconformidad con la idea y el gobierno municipal dio marcha atrás. Ahora, la diferencia es que la obra ya estaría adjudicada a una empresa.