José Crespo volvió a revalidar ayer la presidencia del PP de Lalín, y lo hizo por aclamación. En un Salón Teatro abarrotado y con decenas de afiliados de pie -"si la Sala Tuno Valdés estuviese reparada, allí podríamos estar más cómodos", recordó-, presentó un equipo con 77 personas "con ganas y llenas de alegría de cara a, dentro de un año, recuperar un concello como Lalín en las municipales". El líder del principal partido de la oposición no quiso desvelar si será el cabeza de lista en los comicios de 2019. Se limitó a señalar que "si llegado el momento me toca volver como candidato, volveré con gusto. Pero si hay un nombre mejor, seré el soldado raso que se ponga a su servicio".

En cualquier caso, Crespo dejó clara su voluntad de que el PP de Lalín consiga la mayoría absoluta en las elecciones, algo que en 2015 le quedó a poco más de 200 votos. Parafraseando a su profesor de Latín, recalcó que "conmigo o sin migo, yo estaré". Más directos fueron los tres miembros de la cúpula del partido que ayer cerraron el acto: el presidente provincial, Alfonso Rueda, la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, y el presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo. Rueda apuntó que, una vez perdidos los comicios, lo fácil hubiera sido "echarse a un lado, algo que el partido entendería". E incluso aporta una leyenda positiva de la pérdida de la Alcaldía tras 25 años: "Lo bueno de salir del gobierno es que así, la gente, puede comparar con los que entran". Ahora, Rueda ve a un Crespo "con toda la fuerza del mundo y con todas las energías. Hoy no hablamos de quién va a ser el candidato, y aunque él no quiso decir el nombre del nuevo alcalde, yo voy encargando el marco para la foto".

Crespo, en más de una ocasión, recalcó su compromiso con su pueblo. "Yo no tengo que volver, porque nunca me he ido. Lalín sigue siendo mi prioridad durante las 24 horas del día". Para Ana Pastor también está claro su regreso al castro tecnolóxico, hasta el punto de que "yo sigo diciendo 'llámame al alcalde de Lalín', porque para mí lo sigues siendo, Pepe", a quien definió como "antes la brújula y ahora el GPS del Deza en cuestiones como la ganadería, los servicios o la empresa". Por su parte, Feijóo hizo hincapié en que "quien encabeza el partido es clave para mantenerlo y ganar las elecciones". Insistió en que "Pepe o Pepe", en relación al candidato. Y, al igual que hizo Crespo durante las primeras semanas tras perder la Alcaldía en 2015, el presidente de la Xunta invitó a los presentes a reflexionar en este año y a volver a conectar con los electores que dejaron de votarles, "pero en 2019 vamos a ganar, recuperando Lalín y la Diputación de Pontevedra y siendo el gran partido municipalista que fuimos" y cuyo kilómetro cero situó, precisamente, en la cabecera comarcal dezana.

Para el presidente de la Xunta, "las organizaciones que funcionan bien no necesitan dar un giro radical para afrontar su futuro", y de ahí que la continuidad de José Crespo y buena parte de su equipo (salen de la ejecutiva dos históricos, Antonio Rodríguez y Camilo González Bodaño) maride bien con la incorporación de 49 nuevos miembros que también aportarán ideas e ilusión. Se trata, en suma, de un "sendero de continuidad", como indicó el presidente de la mesa y conselleiro de Cultura e Educación, Román Rodríguez.

Repaso al cuatripartito

Crespo intervino en dos ocasiones en el congreso: una tras las ponencias y la segunda después de ser aclamado. Si en la primera leyó, uno a uno, los nombres de sus compañeros de equipo para sacarse la foto de familia, en la segunda intervención hizo un repaso de estos tres años de mandato, tanto desde su partido como desde la lectura que puede tenerse del cuatripartito. La pérdida de las elecciones locales pudo deberse "a la dinámica del voto de castigo al PP", pero también se considera culpable de esa derrota "por un exceso de confianza, ya que todas las encuestas nos daban una victoria aplastante, a que confié en personas que no son de fiar y a que la familia Cuíña, tras negarme que Rafael se iba a presentar y a que ellos eran del PP, después hicieron campaña".

Define al cuatripartito actual como una coalición en el que el único nexo "es el odio contra mi" y en el que Cuíña se alía con dos partidos que antaño "pusieron podre a su padre". En este punto, recalca que no desea que se le vea "como un traidor y un desagradecido para con José Cuíña".

En estos tres años de gobierno de coalición Crespo ve en Lalín "una involución democrática" y una capacidad de gestión nula, pese a que el gobierno anterior dejó en cuentas bancarias 4,5 millones. "Solo organizan farándulas para sus amigos, y a día de hoy en Lalín no entra ni un euro más del que le corresponde por ley". Sí es mérito del cuatripartito la invención de la identidad falsa de Luis Madriñán Crespo para difundir otra mentira, una presunta campaña de firmas "contra la labor de Eva Montoto". Luis Madriñán, a quien dio vida el pedáneo de Castro de Cabras "que iba al Concello a pedir un arreglo para la parroquia y Cuíña le pidió que llamase" a este medio de comunicación. Madriñán Crespo, como dijo Rueda "podía haber ido a La Sexta, a pesar de que no existe". Por cierto, Rueda aún está esperando una disculpa pública de Cuíña por esos mensajes de whats app que nunca llegó a enviarle tentándolo a que volviese al PP. Teme que, además "el regidor "cualquier día coja el teléfono y diga que le envían mensajes Feijóo o Pastor".

En la lista de escándalos del ejecutivo local "a razón de uno por semana o por mes" tampoco falta la marcha de tres ediles: Juan José Cruz, "que no aguantó las tiranías de Cuíña", Katia Procino, "que tenía sentido común", y Manuel Hermida, tras una denuncia por presunto acoso. En este punto, Crespo pone de ejemplo a Hermida frente a Nicolás González Casares, "que sigue en su puesto pese a un presunto delito de usurpación de identidad digital y por acoso laboral", y al recrimina "que la policía local tuviese que llevarlo a casa a las seis de la madrugada en unas condiciones... Un teniente de alcalde tiene que dar ejemplo".

Frente a esto, Crespo quiere que Lalín camine hacia el futuro "con la ampliación del polígono, el centro sanitario y más oportunidades de trabajo".

El de ayer fue un baño de masas para Crespo, sí, pero también para Núñez Feijóo, al que los demás ponentes le agradecieron que decidiese continuar su carrera política en Galicia. Ana Pastor aprovechó la reciente marcha del PP del gobierno estatal para explicar que, al igual que en Lalín "la gente se pone al frente de los gobiernos con grupos de perdedores". En este sentido, Feijóo reclama que se reforme el sistema electoral para que, al igual que ocurre en el país vecino de Portugal, gobierne la lista más votada. "Esto sería un antes y un después en la política nacional", apostilló, porque serviría para que "nos volviésemos a reconciliar con los políticos y la gente tendría el poder real de escoger directamente al alcalde".

Los dos mandatarios quisieron ofrecer un repaso del legado de Mariano Rajoy, el expresidente de España, "que se encontró con cenizas y logró que el país siguiese unido y que millones de españoles encontrasen un empleo", en palabra de Pastor, quien le recalcó a José Crespo que "tú no te encuentras con cenizas, sino con el trabajo de 25 años y de estos tres" en la oposición. Otro guiño más a su posible candidatura a la Alcaldía.

Manu Chao y Lenny Kravitz

En su repaso al cuatripartito, Crespo recordó el paso de Manu Chao por Lalín y su multitudinario concierto en 2001. Apunta que el ejecutivo actual podría servirle de inspiración para uno de sus grandes temas, Mentira. A nadie se le escapa la pasión de Crespo por los festivales de música, asiduo como es del Resurrection Fest. No pudo acudir el sábado al concierto de Lenny Kravitz, dentro de O Son do Camiño en Compostela. Feijóo, que sí acudió, confía en que con el tiempo "volvamos a poner al Cocido como la mejor fiesta gastronómica de España", y no descarta que Crespo, si recupera la Alcaldía, nombre en un futuro al artista neoyorkino Cabaleiro do Cocido.