El grupo de 30 vecinos de Lalín mayores de 65 años que pasó cuatro días en Andorra concluyeron ayer su viaje y estancia en la localidad de Escaldes-Engordany. Los asistentes, entre los que estaba el teniente de alcalde Nicolás González Casares, fue despedido ayer por la regidora de la villa anfitriona, Trini Marín, después de desarrollar en los últimos cinco días un intenso programa de actividades de confraternización. Casares agradeció "la excepcional acogida por parte del municipio andorrano" y salientó el elevado grado de satisfacción de todos los participantes en la enriquecedora iniciativa, que garantizó, continuará y será ampliada con otro tipo de propuestas de tipo social, cultural y lúdico encaminadas a "fortalecer y estrechar lazos de hermanamiento entre Lalín y Escaldes-Engordany". También tuvo palabras de agradecimiento para todos los que hicieron posible que el viaje y estancia de los lalinenses se desarrollase de manera impecable, tanto de los políticos como de los trabajadores municipales de los dos ayuntamientos. Fruto de este protocolo de hermanamiento, en verano vendrá a Lalín un grupo de hasta 25 jóvenes andorranos y el próximo invierno serán otros tanto los lalinenses que acudirán a Andorra.