El PP de Lalín denuncia el "cinismo extremo" del regidor, Rafael Cuíña, y del teniente de alcalde Nicolás González Casares por apoyar "por detrás" el proyecto de la planta de neumáticos de la firma Racso ante sus promotores y al tiempo tratar de "vender" a los vecinos que están en contra del mismo "para intentar echarle la culpa a otros de sus miserias".

Los populares dicen que los representantes municipales escondieron a los vecinos informes contrarios al proyecto elaborados por técnicos municipales y recuerdan que es el Concello el que tiene la potestad para dar o quitar la licencia a Racso. A su juicio, la "falsedad y el engaño" a los vecinos de las parroquias de Botos y Soutolongo de los dos máximos responsables del gobierno superó todos los límites posibles y por eso no tolerarán a los que "ni respondieron ni presentaron alegaciones al proyecto cuando se estaba tramitando en la Xunta porque estaban de par de los promotores del proyecto". Asimismo dicen que defendieron a los promotores "contra viento y marea" en las redes sociales e incluso llevaron a vecinos a León para "convencerlos" de que la industria no era tan negativa", los que elaboraron notas de prensa para defender la viabilidad de la planta o quienes "llevan semanas desoyendo informes municipales contrarios de los departamentos de Medio Ambiente y Urbanismo". En este sentido el PP dice que algunos de estos informes indican que la planta es difícilmente aprobable.

Los populares exigen al gobierno que atienda estos informes, sobre todo el del departamento de Medio Ambiente, además de reparar en las acciones públicas demostradas por Casares. Por eso señalan que solo en caso de no existiese un interés personal por mantener activo el proyecto, ya habría razones de peso para tumbarlo. Entienden que la maniobra de pedir a la Xunta una tramitación nueva, cuando existe un informe sectorial en el que el Concello no quiso pronunciarse ni emitir ningún dictamen contrario cuando le correspondía "es la mejor demostración de que Cuíña y Casares solo quieren ganar tiempo y seguirle dando vida al proyecto de Racso en vez de tirarlo abajo con los informes contrarios que tiene en la mano de los propios técnicos municipales".

Desde el PP lalinense se recuerda que quien aprueba o deniega las licencias de los proyectos en el municipio es el Concello, por lo que si el de la planta prevista para el polígono de Botos sigue adelante, pese a los informes contrarios, "solo es por culpa de Cuíña y de Casares, que parece quieren quedar bien al mismo tiempo con la empresa y con los vecinos, echándole la culpa a otros". Finalmente condenan el engaño a los vecinos de Botos y Soutolongo por acudir a estas parroquias a decirle que están en contra de la planta y que ellos no tienen responsabilidad, cuando si la planta se instala es por su responsabilidad.