Una decena de personas atendió ayer la llamada del colectivo Moncho Nela, impulsado para la atención del Paseo do Pontiñas de Lalín, y participó en los trabajos de retirada de basura que se llevaron a cabo durante aproximadamente dos horas y media.

La jornada se saldó con la retirada de 22 bolsas de desperdicios cuyo peso rondó los 200 kilos. Maximino Blanco, coordinador de la entidad, señala que la intervención se ciñó a unos 200 metros del paseo desde el puente situado debajo de la Avenida Xosé Cuiña. Botellas, neumáticos, restos de aleaciones de metales como cobre o latón fueron algunos de los residuos que se detectaron cerca del cauce fluvial. No obstante, lo más llamativo fue la gran cantidad de toallitas desechables que por su composición no son biodegradables como el papel higiénico común y que no deben ser tiradas al inodoro. Estos materiales llegan al Pontiñas procedentes de la red de alcantarillado.