El reciclaje de envases ligeros a través de los distintos colectores amarillos repartidos por el municipio estradense sigue aumentando. Tras alcanzar 269,68 toneladas en 2013 y registrar un descenso del 2,41% al año siguiente, los niveles volvieron a recuperarse progresivamente cada anualidad, situándose el ejercicio anterior en 279,62 toneladas, casi 12 más que en 2015 y 16,6 más que en el año 2014.

Durante 2016, el volumen de recogida mensual de este tipo de basura -que incluye envases y botellas de plástico, latas, bolsas, botes, tapones o bricks- no bajó de las 20 toneladas. En marzo, por ejemplo, fueron depositadas 20,36 -el mes con menos entregas- y en noviembre, casi 22. Sin embargo, en abril, el personal del servicio de basura gestionó 25,42 toneladas, la máxima cantidad mensual computada.