El PP portavoz del PP de Lalín, José Crespo, que el día 13 tomará posesión como senador, vaticina que el gobierno local cumplirá su mandato con un balance de gestión pobre y que entonces la ciudadanía comprobará la incapacidad del equipo presidido por Rafael Cuiña para gestionar proyectos ante otras administraciones. Así de tajante se mostró ayer el popular que, acompañado por los ediles José Antonio Varela y Eva Montoto, indicó que en los primeros meses el gobierno local se ha dedicado más a hacer oposición que a impulsar iniciativas en favor de los administrados.

Crespo estructuró en tres grandes bloques lo que a su juicio son las carencias del ejecutivo, personalizándolas mucho en el mandatario. En materia de gestión dijo que el "cuatripartito" vivió hasta ahora de un presupuesto elaborado por el PP y que durante este medio año no trascendieron acuerdos con administraciones supramunicipales. El popular, molesto por el uso que Cuiña hace de los medios que tiene a su alcance para visibilizar su gestión, dijo que el mandatario divulga en las redes sociales toda la labor municipal. El portavoz del PP local dijo que sus gobiernos eran capaces de obtener al año entre 2 y 6 millones de euros de Estado, Xunta y Diputación y que en este medio año de mandato nada había llegado para Lalín. Volvió a repetir de nuevo que los 300.000 euros de la Diputación para mejorar la Rolda Leste era dinero que ya le correspondía al Concello. Alega que la institución presidida por Carmela Silva debería atender el mantenimiento del Pazo de Liñares e impulsar su laboratorio, el Museo Virtual dos Castros y el vivero de empresas, recordando a Cuiña que estos compromisos fueron cerrados por él con el anterior gobierno provincial.

Entre los asuntos incluidos como la falta de coherencia del ejecutivo aludió a "falsas promesas" de rebajar la presión fiscal al comercio ya asentado y a los nuevos negocios, una baza que, según Crespo, le dio votos al actual munícipe. Lo mismo, aseguró, pasa con la rebaja del IBI. "Lalín parece que no estaba tan mal y la idea era quitar todo lo que oliese al PP, porque semeja que nosotros éramos los responsables de todos los males". En lo que respecta a la organización del ejecutivo comparó al concejal Francisco Vilariño con él mismo, cuando en su etapa como edil con Xosé Cuiña llegó a ostentar 27 delegaciones. Vilariño lleva la parte de Facenda que tiene que ver con el ORAL, Obras y Turismo: es el gran factótum de este gobierno", manifestó, no sin antes conminar al alcalde a salir de Lalín para gestionar proyectos externos.

También puso en duda la responsabilidad del regidor en cuestiones concretas como el proceso de peatonalización que, a su entender, se realizó casi por imposición y sin consenso. "El alcalde en general, primero actúa, después pregunta y finalmente hace lo que le da la gana". Crespo se puso como ejemplo en este asunto, pues recordó que hace años era favorable a la peatonalización, pero frenó este proyecto al no contar con el respaldo mayoritario de vecinos y comerciantes. "En todo caso lo más importante ya está hecho, que son las calles nuevas. Si veo que ahora los vecinos están a favor de la peatonalización, la apoyaré, pero para eso quiero conocer de primera mano su opinión", dijo, anunciando que realizará personalmente visitas a los negocios de estas rúas. Tampoco quiso dejar pasar la oportunidad para cuestionar la supresión de la Encomenda do Cocido, "que generaba un beneficio indirecto" y celebró que el Concello mantuviese el grueso de las actividades de esta fiesta. "Pero deben tener en cuenta que dejamos a los trabajadores municipales formados, sino a ver cómo hacían...". Y entre las decisiones más cuestionadas se refirió al cierre del aula de la UNED. Por último acusó a Cuiña de "faltar al respeto a personas y a instituciones". En el primer caso dijo que el alcalde arremete contra los que no aprueban su trabajo acusándolos a todos "de estar dolidos por ser del PP".