La Xerencia de Xestión Integrada (XXI) de Santiago presentó ayer el Proceso de Fibrilación Auricular, primero en España en incluir el control de los pacientes a tratamiento con los nuevos anticoagulantes. El proceso fue elaborado por profesionales sanitarios de diferentes áreas implicadas con la detección y tratamiento de estos pacientes como atención primaria, urgencias, cardiología, medicina interna, hematología y neurología, con el apoyo de facultativos del Servizo de Farmacia; tanto personal de enfermería como médicos.

El gerente del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), el cruceño Luis Verde, estuvo acompañado en la presentación por profesionales que participaron en la elaboración del proceso como Alfonso Varela (cardiólogo y coordinador), Manuel Lado (médico de familia), Oliva Varela (enfermera del centro de salud de Vite, Estrella López-Pardo (subdirectora de Calidade e Atención ao Doente da XXI de Santiago y Ramón González-Juanatey (jefe de Servizo de Cardioloxía da XXI). La fibrilación auricular es la arritmia cardíaca más frecuente y se estima que puede afectar a algo más del 4% de la población adulta. Su prevalencia aumenta de forma significativa con la edad, de modo que repercute en más del 15% de la población con más de 80 años. En el área sanitaria de Compostela se estima que existen unos 10.000 pacientes con esta arritmia, de los que el 10% no estarían diagnosticados. Además, es una causa frecuente de consulta -más del 10% de las primeras visitas al servicio de Cardiología- y se considera que está detrás de la cuarta parte de los ictus, la primera causa de muerte en Galicia.

Uno de los aspectos de este nuevo proceso es el papel relevante que adquieren los equipos de atención primaria, en especial enfermería, en el seguimiento del paciente en el que ya se estableció un tratamiento óptimo. En la gerencia sanitaria de Santiago el seguimiento al paciente anticoagulado es realizado principalmente por el área de enfermería de Atención Primaria, bajo la coordinación del servicio de Hematología. En el proceso presentado ayer se estructura este seguimiento y se extiende también a pacientes en tratamiento con nuevos anticoagulantes. Una de las ventajas es que no precisan un control analítico tan estrecho como los clásicos, si bien es preciso que se tengan unos controles clínicos y analíticos periódicos y que reciban la misma estrategia educativa, pues muchos de los potenciales problemas son comunes al conjunto de los pacientes.

Los cerca de 8.300 casos con fibrilación auricular tratados en el área sanitaria de Santiago se beneficiarán de la puesta en macha y difusión de este procedimiento elaborado de forma multidisciplinar al contar con un protocolo común y con los mismos criterios de tratamiento y organización consensuada de la asistencia. Este nuevo modelo se suma a otros aprobados y que contribuyen de forma crucial al reconocimiento de la excelencia de la asistencia prestada en el área de cardiología como proceso de insuficiencia cardíaca y de cardiopatía isquémica.

La fibrilación auricular es una alteración del ritmo cardíaco que se caracteriza porque el corazón late de forma completamente irregular y en general más rápido de lo que lo hace habitualmente. Se asocia a diferentes factores como la edad, la hipertensión o a diversas cardiopatías, pero también puede aparecer en pacientes con corazones sanos. Estas arritmias pueden favorecer la formación de trombos en el corazón.

El riesgo de padecer una embolia no es similar en todos los que presentan fibrilación auricular. Se incrementa con la edad, en especial a partir de los 65 años, y con la presencia de determinados factores como son la hipertensión, diabetes, insuficiencia cardíaca o un antecedente de una embolia o un ictus previo.

Con este nuevo programa se pretende asegurar una correcta evaluación del paciente y la selección de las estrategias terapéuticas apropiadas para cada persona.