El reciente anuncio del Concello de Lalín de extender la zona azul a las calles Alcalde Ferreiro y Pintor Colmeiro supone que las principales rúas de la trama urbana o las más comerciales cuenten con un sistema pensado para favorecer la rotación de vehículos. Pese a que la restricción de estacionamiento gratuito puede decirse que fue pactada con vecinos o comerciantes de cada zona, seis años después de su puesta en marcha, todavía se plantean dudas sobre su eficacia.

El gobierno local tomó la decisión de restringir el aparcamiento a propuesta de colectivos de comercio que, desde comienzos de 2007, a la par que bendijeron la iniciativa, pidieron menor celo en la imposición de sanciones. Pero a día de hoy es el sistema más operativo para cumplir un cometido que no es otro que facilitar a vecinos y visitantes un espacio en el que dejar su vehículo para realizar compras o realizar gestiones. La zona azul gratuita permite al usuario ocupar una plaza durante una hora y media en la misma calle. En el casco también hay reservadas seis plazas para vehículos de personas con algún tipo de discapacidad.

Con la ampliación anunciada esta semana serán ocho las calles con restricción de estacionamiento y 267 los espacios afectados por la señalización que advierte a los conductores de la obligatoriedad de mover su vehículo cada 90 minutos. Después de madurar la idea, el ejecutivo implantó esta medida por primera vez en las dos principales rúas del centro, separadas por el Kilómetro 0: Joaquín Loriga y Principal. En una primera etapa a los ciudadanos les costó adaptarse a estas normas y llegaron las primeras quejas por la imposición de sanciones, sobre todo, a los foráneos, que desconocían el nuevo modelo de ordenación del tráfico. En abril de 2010 la zona azul se amplió en una única decisión a las calles Pintor Laxeiro, Calvo Garra, D y Luis González Taboada, que, junto a las dos iniciales, conforman la principal trama urbana del casco. Con estas seis rúas el número de plazas de estacionamiento controladas por zona azul era de 197, entre las que hay que incluir las 19 que corresponden a carga y descarga y otras cinco para conductores con algún tipo de minusvalía. Una vez que comiencen las tareas de pintado para delimitar el área de aparcamiento controlado en Alcalde Ferreiro y Pintor Colmeiro serán exactamente 55 las plazas sin estacionamiento libre. En la primera son concretamente 36 y 19 en la segunda, además de tener en cuenta tres para situaciones de carga y descarga.

En un término municipal con un parque de vehículos que alcanza actualmente las 15.213 unidades, el Concello se propuso hace casi dos años emplear el mismo sistema en la calle Habana, en la urbanización de O Regueiriño, pero tras unos días tuvo que echarse atrás y descartarla. Hoy en día todavía son visibles las líneas azules delante de la casa consistorial, aunque solo está prohibido dejar el coche en la plaza de minusválidos y las reservadas para vehículos de la Policía Local, cuerpo que tiene sus dependencias en un espacio de la planta baja del Castro Tecnolóxico. O Regueiriño es una de las áreas preferidas, sobre todo por los foráneos, para aparcar sus vehículos en días en los que resulta complicado encontrar un espacio en el centro. Con la propuesta del ejecutivo lalinense para Habana serían 40 las plazas afectadas por zona azul, si bien todo apunta a que por el momento se mantendrá el estacionamiento libre en el viario que conforma O Regueiriño, donde, además del consistorio, está ubicado el edificio de los juzgados. Y a escasos metros el multiusos Lalín Arena y la nueva piscina climatizada.

Si años atrás se mantenía en estudio la extensión de este modelo a otras céntricas vías de la parte baja del casco como Matemático Rodríguez, Rosalía de Castro, Ramón Aller u Observatorio, por ahora ha quedado aparcado, sin pretensiones por parte del Concello de modificar la situación. Cierto es que, salvo en días puntuales, el colapso de las principales arterias de la villa ya no es tan frecuente por la crisis, que también rebaja el número de desplazamientos en vehículos y los ciudadanos tratan de optimizar al máximo la gasolina de sus máquinas.

Expendedoras

Otra de las cuestiones que ha despertado más controversia, con anuncios y rectificaciones posteriores, ha sido la conveniencia de instalar máquinas expendedoras de tiques. Se había planteado que una empresa colocase estos mecanismos o incluso que se cobrase un precio simbólico, una vez que el Concello recibió quejas de comerciantes por el modelo de discos vigente. Pese al esfuerzo realizado por el gobierno en el reparto gratuito de estos elementos de control horario muchos visitantes se quejaron de la falta de discos en los comercios. La imposición de multas, algo que conlleva la zona azul, también fue objeto de críticas al demandar el sector un menor celo en la vigilancia. Por estas sanciones el ayuntamiento llegó a ingresar más de 120.000 euros en un año. En las previsiones presupuestarias por este concepto siempre se realizan estimaciones a la baja. Así, para este año en la cuenta municipal figuran 90.000 euros, un 12% más que el ejercicio precedente.

Si tiempo atrás resultaba complicado encontrar donde aparar en el centro -los hábitos de los conductores han ido cambiando y ya no se busca un espacio delante de la puerta del comercio o lugar de trabajo- Lalín cuenta a escasos metros del Kilómetro 0 con dos grandes áreas de estacionamiento gratuito. El Campo da Feira, donde llegó a plantearse un parking subterráneo hace una década, oferta algo más de 200 plazas y el desarrollo de la urbanización de O Regueiriño ha permitido habilitar otras 400. Por tanto, hay algo más de 600 espacios libres cerca del centro para que vecinos y foráneos puedan dejar sus vehículos y desplazarse a cualquier punto del casco.

Por otro lado, el desarrollo de planes urbanísticos en los últimos años posibilitó que en 2008 ya se habilitasen cerca de 2.500 plazas de aparcamiento. Además de las ya citadas de la zona donde se asienta el consistorio, otro medio millar están disponibles en el centro comercial Deza y unas 320 en el espacio comercial de la sociedad Pontiñas Gadis. Otras 408 corresponden a las áreas de reparto (AR) 9, 10 y 11.

Mientras, en la zona conocida como el Agro de Lalín de Arriba existen 187. Éstas, muy cerca del colegio Manuel Rivero y del ambulatorio, que en casos son ocupadas por pacientes que no pueden estacionar en la misma calle del centro de salud. El resto están situadas en la Ronda Este -SG-V2- (189), 60 en el AR-1, 26 en el AR-12, 13 en el área de reparto 16 -aunque serán 50 cuando se recepcione todo el proyecto-, 43 en el AR-24, 35 en el AR-23 y 95 en el área de reparto 30. Por último, la otra zona de estacionamiento sin restricción se ubican en el área de reparto 29, donde existen concretamente cerca de un centenar de espacios.