El BNG de Silleda augura una subida en las tarifas del agua de hasta el 30%, incremento que atribuye al anteproyecto de ley que promueve la Xunta para el denominado canon del agua. El portavoz nacionalista, Matías Rodríguez da Torre, apunta que la cambio en las tasas se establecerá mediante una cuota fija mensual de 1,5 euros para los usos domésticos o de 2,5 para los otros, además de un gravamen de otra cuota variable que se cobrará en función del consumo. Explica que la subidas no afectarán a los volúmenes menores de 2 m3 [viviendas sin habitar] hasta consumos de más de 8 m3 por persona y mes, al que se aplicarán 0,41 euros por metro cúbico, el más común en la mayoría de las viviendas.

Da Torre afirma que una familia tipo de tres miembros que consuma 30 m3 al trimestre, que paga actualmente 48,95 euros, pasará a abonar 65,75. El cálculo se realiza en función de los 16,8 euros del nuevo canon de la Xunta [4,5 de la cuota fija y 12,3 del variable]. Un contribuyente que consuma el mínimo acordado entre el concello y la concesionaria del servicio, de 45 m3 al trimestre paga ahora 58,36 euros, mientras que el futuro recibo sería de 81,31. Finalmente, en los casos de las viviendas que gasten más del mínimo, como por ejemplo 60 m3 , tendría que desembolsar 100,13 euros cada tres meses.

Los nacionalistas apuntan que la propuesta de la Xunta está siendo analizada por la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) y reclaman al gobierno local que se pronuncie sobre si tiene conocimiento de esta iniciativa. También insta a la alcaldesa, Ofelia Rey, a revelar si su gobierno tomará medidas para rebajar el ya elevado precio del agua y si ha iniciado conversaciones con la Xunta sobre esta propuesta como miembro de la Fegamp. El Bloque considera prioritario que se retomen las conversaciones entre el ejecutivo local y los demás grupos políticos y agentes sociales para conseguir que el precio del agua se adecue al servicio que presta Espina y Delfín. Una propuesta que parece complicado que saque adelante, una vez que el grupo de gobierno ya se mostró contrario a mantener la Mesa da Agua, donde políticos y representantes vecinales negociaban las propuestas que luego se remitían a la empresa, y apostó por asumir estos acuerdos en solitario.

Da Torre retoma el debate sobre el precio del agua, aparcado desde hace meses, y pide al ejecutivo que informe sobre "que se fai facer coa concesión". Estima que Rey debe posicionarse sobre si la rebaja de las tarifas se conseguirá a cambio de una ampliación del contrato o si el gobierno decidirá finalizar la concesión del abastecimiento y saneamiento y las depuradoras con las condiciones actuales. El contrato de depuración expira en 2013 y el de abastecimiento en 2016.

Ante esta situación, el nacionalista plantea al gobierno la posibilidad de que sea el concello el que asuma la prestación de este servicio "sabendo dos cuantiosos beneficios que da"; algo que traslada al grupo de Ofelia Rey para que se pronuncie públicamente al respecto.