Los autores de los últimos asaltos perpetrados en O Grove utilizaron un coche que robaron en la calle y, tras destrozarlo, lo abandonaron en el Monte Siradella.

Los tres individuos, que como se explicaba ayer actuaron con la cara semicubierta, huyeron en el turismo robado -un Opel Astra blanco- tras intentar llevarse la caja registradora del restaurante Crisol, a eso de las cuatro de la madrugada del lunes. Se les observa en las cámaras de seguridad y posteriormente fueron vistos también por varios marineros cuando circulaban "a una velocidad endiablada" por el centro urbano de la localidad meca.

Tras ese robo fallido, porque la caja estaba fuertemente anclada, los cacos habrían aprovechado la huida para detenerse en O Con e intentar robar en el bar O Camionero. Pero tampoco pudieron porque los escuchó la dueña y al verse sorprendido tuvieron que escapar del lugar.

Todo indica que condujeron el turismo hacia Monte Siradella, donde fue abandonado "totalmente destrozado", explica su propietario. Lo había dejado estacionado en la calle, en una zona bien iluminada del centro urbano, y no lo encontró cuando a la mañana siguiente se disponía a ir a trabajar.

Para llevárselo los ladrones rompieron la cerradura y el panel de encendido del vehículo, que además sufrió importantes desperfectos en su carrocería.

Estos asaltos se suman a los robos perpetrados en una zapatería de Alexandre Bóveda, el martes, y una farmacia de Luis A. Mestre, el viernes.