Los 430 kilogramos de cocaína incautados en el puerto luso de Leixoes estaban camuflados entre decenas de cajas de bananas que procedían de Ecuador. Los fardos hallados entre la fruta presentaban curiosos envoltorios, pues unos tenían una inscripción que rezaba "Feliz Año 2019" y otros estaban identificados con una pegatina de color azul en la que aparecía dibujada una cabeza de un toro furioso.

Además de los 430 kilos de coca, la operación "Falla" también ha decomisado 70.000 euros en efectivo, varios vehículos de alta gama, decenas de teléfonos móviles y documentación relativa a la importación de la droga. Según informaba un comunicado de la Agencia Tributaria, la operación continúa abierta y por tanto no se descartan más detenciones. De hecho está pendiente el arresto del vilagarciano que se encuentra huido.

En la rueda de prensa celebrada ayer en la sede de la Policía Judiciaria en Lisboa, el inspector de la Policía Nacional española Alfredo Díaz dijo que el método de utilizar mercancía de fruta para esconder la droga es muy utilizado por los narcotraficantes sudamericanos, según recoge Diario de Noticias.

Por su parte, Vítor Ananias, de la Policía Judiciaria, admitió que los contenedores de fruta, como son refrigerados, muchas veces no pueden ser fiscalizados, de ahí que los traficantes prueben suerte recurriendo a este sistema.

El valor en el mercado de los 430 kilos de cocaína decomisados en este operativo podría alcanzar los 14 millones de euros.