El pazo de Baión podrá acoger usos hosteleros, incluido el de alojamiento de turistas, tal como aparece en el proyecto redactado por el arquitecto César Portela, debido a la aprobación definitiva de la modificación puntual de las Normas Subsidiarias del Concello de Vilanova de Arousa, que acaba de confirmar la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras de la Xunta de Galicia. También se beneficia de esta medida el proyecto de reconversión en hotel del pazo Guisasola, ubicado en la parroquia de San Miguel de Deiro, en la carretera general hacia Cambados.

Estos dos proyectos son los que están en el Concello de Vilanova pendientes de la conclusión del proceso burocrático de reforma de las Normas Subsidiarias. Pero el Concello aprovechó el trámite para la inclusión de los nuevos usos hoteleros incluyendo también un listado de fincas singulares que en un futuro se pueden acoger a esta normativa.

Este listado está compuesto por los pazos de Baión, Guisasola, Rúa Nova, Vista Real, de Gil Casares, de Cardalda, de Bellavista y de Tapadello, así como la Torre de Miranda, la casa Torre del conde de Priegue, la Torre de San Fardán, la Casa do Cabido y la Casa Rectoral de la parroquia de Tremoedo.

En estas parcelas se permite la vivienda familiar aislada así como los equipamientos docentes, sociales, culturales, asistenciales y recreativos. Asimismo se autoriza el uso hotelero con la configuración específica de turismo rural y las instalaciones complementarias a aquel como pueden ser áreas de recepción, cafeterías, restauración, áreas de salud, piscinas, cenadores, los garajes en segunda categoría, así como las edificaciones propias del uso de la condición territorial del terreno.

En el caso del Pazo de Baión, el proyecto redactado por el arquitecto César Portela a instancias de la propiedad, la bodega Condes de Albarei, plantea la rehabilitación integral del pazo y los inmuebles anexos, como la bodega, o la nave que hay entre los viñedos, y el acondicionamiento integral de las 22 hectáreas de la parcela, con un presupuesto de casi 3,5 millones de euros.

La intención es convertir el pazo en uno de los símbolos del turismo enológico. Para ello se han diseñado salas de cata y de exposiciones, una tienda, biblioteca, y una cafetería, además de habilitar unas habitaciones como alojamiento hotelero. Ademas se mejoran los jardines con mesas y bancos de piedra colocados a la sombra de los árboles y de las parras, se diseñan aparcamientos, e incluso un estanque.

Precisamente los trámites burocráticos que obligaron a modificar los Normas Subsidiarias del Concello de Vilanova para incluir el uso turístico frenaron los planes de poner en marcha los nuevos usos de este pazo aprovechando el tirón del Año Santo Xacobeo.

Pazo Guisasola

Por su parte los propietarios del pazo Guisasola, situado sobre la carretera general PO-549, en la parroquia de San Miguel de Deiro, casi en el límite con Cambados, plantearon al Concello de Vilanova la posibilidad de reconvertir este señorial inmueble, con alto valor arquitectónico, en un hotel.

Este establecimiento de turismo rural tiene una finca de 9.000 metros cuadrados y cuenta con la ventaja de estar próximo a la playa y a zonas con atractivo turístico.

El alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, que consideró lógicas estas peticiones, dado que se trata de inmuebles de alto coste de mantenimiento que requieren de un plan que los rentabilice, planteó, mediante la modificación puntual de las Normas Subsidiarias "abrir las puertas a que se puedan sumar otras de las edificaciones singulares que hay en el municipio, evidentemente, cumpliendo con una serie de requisitos indispensables como son la máxima protección de sus particulares características urbanísticas".