La batalla entre el Concello de O Grove y Portos de Galicia no ha hecho más que empezar. La institución municipal reclama que le sean entregados los terrenos ganados al mar hace prácticamente tres décadas en la zona de O Corgo, donde el uso portuario inicial ya no existe y el espacio está ocupado por aceras, jardines, calles e incluso terrazas de bares y restaurantes. Pero el ente público, que cobra el canon correspondiente a esos locales a pesar de que los servicios de limpieza, abastecimiento, electricidad y demás corren a cuenta de las arcas municipales, insiste en mantener la titularidad de ese espacio.

Para hacer valer su postura, o quizás para responder al reto que le lanzó el alcalde, José Cacabelos Rico, Portos de Galicia apercibe ahora al Concello y lo amenaza con la apertura de un expediente, y todo por la instalación de vallas publicitarias en lo que considera "zona portuaria", un espacio que si bien es cierto sigue perteneciendo al ente público, en realidad no tiene uso portuario alguno.

Todos los grovenses saben, y cualquier visitante que se acerque por allí puede comprobarlo, que el lugar en el que están esas vallas no tiene absolutamente nada de "portuario", salvo que desde allí, a lo lejos, se ve el mar y que se usa para aparcar turismos y autobuses de gente que, a veces, va al puerto.

Los paneles informativos y anunciadores de casas comerciales que provocan el requerimiento de Portos se sitúan en la acera de la avenida de Beiramar, en su confluencia con la calle de Luis Casais y en la plaza de O Corgo, tres zonas claramente urbanas. Por eso la postura adoptada por el ente que preside José Manuel Álvarez-Campana no ha gustado nada en el seno del tripartito, y mucho menos al concejal galeguista Alfredo Bea, que desde hace tiempo reclama que los terrenos otrora "portuarios" de O Corgo sean entregados al Concello no sólo para seguir afrontando su mantenimiento, sino para ejecutar actuaciones como la construcción del parking subterráneo.

El concejal galeguista se mostraba ayer entre indignado e irritado con la actitud de Portos. Tilda de "incomprensible e injustificable" que el organismo dependiente de la Consellería do Mar no sólo no entregue los terrenos al Concello, sino que incluso se permita apercibirlo por la colocación de vallas publicitarias.

Con este panorama la reunión pendiente entre el alcalde y Álvarez-Campana se presenta, cuando menos, muy caliente, pero hasta entonces Alfredo Bea cree preciso "dejar las cosas clara y en su sitio".