Los eternos frentes de los montes ante los fuegos: falta de limpieza de particulares y minufundismo

“Nosotros podemos tener nuestra parte muy limpia, pero hay muchos particulares con propiedades que no lo hacen. Son auténticas bombas”, alerta la Mancomunidade de Montes de Pontevedra ante la temporada de incendios

Manuel Casás, nuevo presidente de la mancomunidad, en una zona repoblada con castaños en Campañó.

Manuel Casás, nuevo presidente de la mancomunidad, en una zona repoblada con castaños en Campañó. / GUSTAVO SANTOS

Con un incendio forestal en el municipio de Cerdedo-Cotobade que afectó esta semana a una superficie de 32,1 hectáreas (12 de monte arbolado y 20,1 de raso) la temporada de fuegos quedaba “inaugurada” este año en la comarca de Pontevedra. Las comunidades de montes aseguran que tienen a punto sus terrenos, pero la asignatura pendiente vuelven a ser, un año más, los particulares, una lucha sin cuartel que afecta al bien común.

“Nosotros podemos tener nuestra parte muy limpia, pero hay muchos particulares con propiedades dentro del monte que no lo hacen. Son auténticas bombas, porque algunas son bastante grandes”, asegura a FARO Manuel Casás Macías, presidente de la Mancomunidade de Comunidades de Montes en Man Común de Pontevedra desde febrero de 2023.

“Además hay un minifundismo tremendo porque en una sola hectárea te puedes encontrar con veinte o treinta propietarios. Son tiras de tres metros de ancho”, añade.

Y a todo ello hay que añadir otro gran problema: el abandono de estas zonas particulares, herencias que han quedado en el olvido y que incluso sus propios dueños no sabrían localizar a día de hoy tras el paso de varias generaciones.

"Hay un minifundismo tremendo porque en una sola hectárea te puedes encontrar con veinte o treinta propietarios. Son tiras de tres metros de ancho"

Manuel Casás Macías

— Comunero y presidente de la Mancomunidade de Pontevedra

“Sobre esto se podría contar alguna anécdota, como las que nosotros vivimos cuando estuvimos haciendo el levantamiento topográfico de las traídas de aguas en nuestro monte, con el apoyo de las comunidades de aguas”, afirma Casás, que, además, es presidente de la Comunidade de Montes de Campañó.

Respecto a la normativa que obliga a que los concellos se ocupen de la limpieza de propiedades que particulares no realizan, recuerda que se refiere a aquellos terrenos cercanos a viviendas, “no en el monte”. “Nosotros ahí no podemos hacer nada”, aclara.

Las comunidades de montes solicitan periódicamente las subvenciones que ofrece la Xunta de Galicia para labores de poda y entresacas (aclarados), pero no entran los trabajos de limpieza como tal.

Podas, clareos, desbroces...

Los comuneros de Pontevedra trabajan desde hace tiempo preparando sus propiedades de cara a la temporada de fuegos. Es el caso de la de comunidad de montes de Lourizán, con una gestión silvícola, actuando sobre las masas que tienen: podas, clareos, desbroces...

En la de Salcedo están centrados actualmente en 30 hectáreas en concreto. Hay que destacar que esta comunidad de montes invierten más del 75% de lo que obtienen de la gestión.

Por su parte, en Verducido han actuado sobre 14 hectáreas de monte bajo y con silvicultura sobre otras ocho, además de acometer una limpieza sobre 28 kilómetros de pista, con dos metros en cada lateral.

“Todas las comunidades estamos ahora con los planes de incendios. En este punto tengo que decir que la existencia de la mancomunidad de montes es importante, porque no es lo mismo ir ante las instituciones como una comunidad individual que ir las catorce juntas”, considera el presidente de la mancomunidad.

Campañó creará un área segura para personal antiincendios

La Comunidad de Montes de Campañó tiene previsto plantar 8.500 frondosas, principalmente castaño, aumentando las franjas de seguridad de las pistas principales. “En vez de los seis metros que marca la Xunta vamos a ir a diez en dos líneas de frondosas”, explica su presidente, Manuel Casás Macías.

Además, en la zona superior del monte creará un área segura de dos hectáreas para todo el personal: brigadistas, agentes ambientales... “Todo esto asesorados por los agentes ambientales correspondientes, con los que vimos la zona con un dron. Es una zona del monte muy húmeda por la que llegan los incendios, que entran por la parte de Poio”, asegura.

Bodas de plata de la mancomunidad de Pontevedra

La Mancomunidade de Comunidades de Montes en Man Común de Pontevedra cuenta actualmente con 14 colectivos y alrededor de unos 2.000 comuneros. “Es un número importante, ya que si eso lo extrapolas a vecinos afectados, son muchísimos”, recalca su presidente, Manuel Casás Macías.

Precisamente, este año la agrupación conjunta cumple sus bodas de plata, ya que fue creada en 1999. Está previsto que celebren la fecha con un programa de actividades. No hay que olvidar que el monte del municipio es su verdadero “pulmón verde”, “ya que son los árboles los que eliminan el CO2 y emiten oxígeno”, recuerda el comunero.

La superficie en hectáreas de la mancomunidad ronda las 3.500 hectáreas. La especie predominante es el pino. “Sí es cierto que hay zonas de eucalipto, pero lo que tenemos es un problema muy grande con la acacia, que es una especie muy invasora que se está comiendo el monte y que es muy difícil de eliminar. Son miles y miles de euros poder sacarla”, reconoce. Las comunidades se orientan entre ellas con planes de erradicación de la acacia que han llevado a cabo, que en unos casos han funcionado y en otros no. Asimismo, también se asesoran al respecto con la Xunta de Galicia.

“El problema que tenemos todos es que el dinero que genera el monte no llega para gestionarlo. Y hablo solamente de podas, entresacas, limpiezas, plantaciones...”, se lamenta el presidente de la mancomunidad. Esto propicia, en cierto modo, la dependencia del eucalipto, una especie con muy mala prensa, pero que permite rendimientos económicos a menor corto plazo que otras especies, de ahí que todavía esté presente en las comunidades de montes.

Las agrupaciones de comuneros están obligadas a invertir en el monte al menos el 40% de lo que le sacan, aunque algunas se plantean objetivos más altos, hasta el 80%. “El tema es que si te viene un incendio, te quedas sin nada y tienes que tener ahí un fondo de recurso propio”, aconseja Manuel Casás Macías.

El papel de la investigación contra los incendios

En la lucha contra los incendios también tiene un papel importante la investigación. La Escola de Enxeñaría Forestal de la Universidade de Vigo (UVigo) lidera un proyecto que tiene como objetivo identificar zonas clave en la prevención de grandes incendios, un estudio que parte del dato de que de los alrededor de 30.000 fuegos registrados en montes gallegos en la década comprendida entre los años 2011 y 2021, solamente 66 fueron responsables de casi la mitad de las hectáreas que ardieron en ese período.

El investigador principal de este estudio es el profesor Juan Picos, director en funciones de la escuela.

El proyecto Fierpoctep+ cuenta con la participación de 17 instituciones y entidades de España y Portugal, ya que tiene como fin identificar zonas clave en la prevención y disminución de los efectos de estos grandes incendios en las zonas fronterizas entre ambos países.

Precisamente, hace unos días se presentó esta iniciativa, cofinanciada por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Rural, en el Museo de Pontevedra.

Uno de sus pilares, como subrayó Picos, es “sembrar inteligencia preventiva en el territorio: saber dirigir las acciones preventivas la aquellos lugares donde sean más eficaces y conseguir implantar en estos actividades productivas que garanticen su mantenimiento a largo plazo y refuercen el vínculo a la población”.

Otra de las áreas de trabajo es la formación de los operativos de extinción: “No se necesitan héroes, se necesitan profesionales valorados, con conocimientos y medios adecuados, que puedan actuar con seguridad en un territorio preparado”, añadió Picos, que subrayó que hacer frente a los llamados grandes incendios requiere tanto de “formación específica” como de coordinación entre dispositivos de distintas regiones o países. En ese sentido, otro de los objetivos del proyecto es definir propuestas de mejora que permitan superar diferencias legislativas y de gestión, junto con la formación y sensibilización de la población rural.

Suscríbete para seguir leyendo