El nuevo perfil del heroinómano: una persona socialmente adaptada que consume fumando

Alcohol, tabaco y cannabis son las drogas con más prevalencia | Los expertos advierten sobre la adicción a los psicofármacos | La UNED ofrece un curso sobre drogodependencias

Un hombre duerme en los Soportais da Ferrería.

Un hombre duerme en los Soportais da Ferrería. / GUSTAVO SANTOS

Legales, ilegales, conocidas, desconocidas, nuevas y de experimentación... Las drogas están muy presentes en la sociedad, demasiado quizá, y no siempre se tienen en cuenta con la gravedad y seriedad que merecen sus riesgos sobre la salud, tanto física como mental. Además, los dispositivos asistenciales en este campo son insuficientes, así como su dotación de personal, económica y logística.

Sobre estas y otras cuestiones tratará el curso “Intervención específica en drogodependencias: tabaco, cannabis, alcohol, estimulantes, heroína y otras sustancias”, que se impartirá en el centro asociado de la UNED en Pontevedra entre el 2 y el 15 de mayo próximos. Al frente estará Pablo González Romero, doctor en Psicología Clínica y de la Salud, experto universitario en Psicopatología y Psiquiatría y psicólogo orientado hacia el tratamiento integral, prevención y reinserción de pacientes drogodependientes y con trastornos de la personalidad.

No es la primera vez que desde la UNED se imparte este curso, ya que, tal y como indica González Romero, “hay bastante demanda porque el campo de las drogodependencias no se trata demasiado en las carreras que abarcan lo sanitario”. Así, acuden personas que estudian psicología, educación social, medicina, enfermería, trabajo social... o que ya terminaron la carrera y se quieren formar en este ámbito.

Medicamentos legales

El alcohol sigue estando a la cabeza en el consumo de drogas, por ser de carácter legal. Incluso muy por encima del tabaco.

Les pisan los talones los psicofármacos. “A pesar de que son medicamentos, no hay que olvidar que pueden tener unos efectos muy peligrosos, y el más grave sería la dependencia, la adicción”, apunta Pablo González Romero, que añade que “España está a la cabeza mundial de psicofármacos y Galicia a la cabeza de España”.

“Las razones oficiales nos hablan de que la población está envejecida y que necesita más este tipo de medicamentos. Pero esta afirmación no dice nada bueno de nuestro sistema atencional en general, porque envejecer no es sinónimo de padecer depresión o ansiedad”, afirma.

Añade, además, que las nuevas generaciones han sufrido problemas relacionados con la salud mental a raíz de la pandemia del coronavirus.

“Hay una demanda cada vez mayor por parte de la población para que se lleven a cabo iniciativas para mejorar la salud mental comunitaria en general, pero desde las administraciones sanitarias la solución no es formar y que haya más profesionales de la Psicología Clínica en Atención Primaria, sino psiquiatras, lo que es un sinónimo de que va a haber más medicación. Es una dinámica que nos ha llevado a esos datos: ser uno de los países a nivel mundial con una mayor tasa de psicofármacos y nos encontramos cada vez más personas muy jóvenes, adolescentes, pautadas desde tierna edad. Hay que promover, favorecer, que la salud mental no sea sinónimo de medicar”, se lamenta.

Nuevas drogas

El MDMA, más conocido como éxtasis, la cocaína rosa, las metanfetamina, la oxicodona, los opiáceos sintéticos... son algunas de las nuevas drogas, “aunque el consumo de la mayoría de ellas no está demasiado implantado en Europa, afortunadamente, porque tienen un potencial adictivo muy elevado y son drogas muy peligrosas”.

“Aquí sigue manteniéndose como en los últimos diez o quince años, con el cannabis como el más consumido, seguido de la cocaína y seguidos de sustancias como las anfetaminas, los psicofármacos sin receta, éxtasis, LSD... que tienen una prevalencia de consumo baja”, resume el psicólogo.

En cuanto a la edad de inicio varía en función de las sustancias, siendo de forma general, según el Plan Nacional de Drogas, de 14 o 14 años y medio para iniciarse en el alcohol y los 16 años para el cannabis.

La heroína, siempre presente

La heroína, en auge hace unos años, “siempre está ahí”, reconoce Pablo González Romero. “El perfil del consumidor cambió mucho. Ya no es el heroinómano que se inyectaba y cometía pequeños robos para conseguir su heroína. Sigue estando ahí y podemos verlo en determinadas zonas de la ciudad, pero ahora hay otro perfil. Es una persona más joven, socialmente adaptada, que tiene su trabajo, su familia... y que consume heroína de manera esporádica, muy puntual, y la fuma. Puede presentar perfil de adicción, porque no hace falta consumir a diario para ser dependiente”, subraya.

Efectos sobre la salud

González Romero advierte de los severos efectos sobre la salud del consumo de todos los tipos de drogas. “Sobre todo a nivel cerebral, hasta pasados los 20 años la persona no está totalmente formada. Las drogas afectan de manera muy importante al desarrollo del cerebro, y entre ellas el alcohol. La intoxicación etílica, la borrachera, antes de los 21 años puede resultar peligroso”, alerta. “Se está comprobando como en las generaciones del botellón que consumieron de forma abusiva, en la capacidad de aprendizaje y la memoria parece que les ha afectado, según estudios e investigaciones”, matiza.

La insuficiencia de las unidades asistenciales de ayuda

En opinión de Pablo González Romero, los dispositivos asistenciales de ayuda, son insuficientes “a todas luces”. “Hay una cada vez mayor demanda de atención a problemas relacionados con el consumo de drogas y los compañeros no dan abasto. No hay suficiente logística, personal ni dotación económica. Esto es algo que hay que solucionar de manera urgente”, considera.

La Unidad Asistencial de Drogodependencias de Pontevedra está ubicada en la Praza de Valentín García Escudero y lleva en funcionamiento desde los años 80. “Requeriría una adaptación a las necesidades actuales. Estamos hablando de una ciudad con una demanda de atención a pacientes que pueden ser consumidores de toda la vida o bien ser personas que en un momento determinado necesitan el asesoramiento, el consejo, de un profesional. Y esto se da en todas las ciudades de Galicia. Drogodependencias está huérfana, porque no entra en salud mental, que es donde debería estar”, señala González Romero.

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