Los juzgados de Pontevedra acumulan denuncias por estafas en el alquiler de pisos

El modo de actuar coincide en todos los casos: los delicuentes ofertan viviendas que no tienen y piden un anticipo por la reserva | Se suceden casos en la capital y en Sanxenxo

Una vista del paseo de Silgar, en Sanxenxo. |   // GUSTAVO SANTOS

Una vista del paseo de Silgar, en Sanxenxo. | // GUSTAVO SANTOS / F. Martínez

Cada vez es más habitual alquilar vivienda a través de páginas webs de anuncios, plataformas digitales, o aplicaciones específicas de este mercado. Consecuentemente, cada vez son más habituales también las estafas con las que los delincuentes se aprovechan de la urgencia del interesado en reservar vivienda, solicitándole un anticipo de depósito, o el primer pago del alquiler, de un piso que nunca llegarán a disfrutar.

Estos casos empiezan a amontonarse en los ya bastante colapsados juzgados. La salas de lo Penal de Pontevedra han visto últimamente varios casos referidos a este asunto.

Así, el juzgado Penal 3 de esta ciudad ha condenado a una pontevedresa por estafar 1.050 euros en el alquiler de un piso que no tenía. Se le condena, como autora de un delito de estafa, a la pena de un año de prisión. En concepto de responsabilidad civil deberá indemnizar al afectado en la cantidad estafada y además se deniega en la sentencia la suspensión de la pena.

En este caso se considera probado que el afectado, buscando un domicilio para alquilar en Pontevedra, en mayo de 2021 recibió un WhatsApp de la acusada, diciéndole que tenía un piso en esta ciudad y que cobraba 350 euros al mes, además de otros 350 euros de fianza, por lo que si le interesaba la vivienda tendría que abonar 700 euros en una cuenta bancaria de su titularidad. La acusada le envió fotos de la vivienda y le indicó que su abogada –de la que dio nombre y señas–, se encargaría de entregarle las llaves y el contrato de alquiler una vez realizado el pago.

Ante estas premisas, el afectado decidió alquilar el piso, realizando una primera transferencia de 500 euros, el día dos de junio y otra de 200 euros el día siguiente, a la cuenta señalada. Como el afectado no recibió las llaves, escribió un mensaje de WhatsApp a la acusada, solicitándole las llaves del piso y el contrato. Esta le contestó en ese momento que la abogada le había recomendado que devolviera el dinero y no alquilara la vivienda, y le dijo que le había devuelto los 700 euros que recibiría al día siguiente. Posteriormente, en un nuevo WhatsApp, la acusada le propuso que dejasen de lado a la abogada y que ella le traería las llaves y el contrato a Pontevedra, pero para ello tendría que ingresar 350 euros, con lo que el perjudicado realizó el ingreso el 7 de junio.

Se citaron en Pontevedra para entregar las llaves, pero como la acusada no acudió a la cita, el afectado la llamó a su teléfono y ella le facilitó otro número para hablar. Desde este teléfono, la procesada le dijo que no se preocupara, que le había devuelto el dinero y que le llegaría el justificante.

La ahora condenada no alquiló el piso, dado que no lo tenía, haciéndole creer al afectado que la operación era seria. Así, se quedó con el dinero recibido en la cuenta.

Por otra parte, la abogada citada por la procesada es realmente letrada ejerciente, pero no sabía nada de la acusada ni de esta operación, habiendo sido utilizado su nombre para ofrecer confianza al perjudicado.

Sanxenxo

En Sanxenxo, otra mujer fue condenada también por una estafa en un piso de alquiler, por lo que el juzgado Penal 3 de Pontevedra le condena a seis meses de prisión. En este caso, la indemnización a la afectada es de 750 euros.

La acusada se identificó con un nombre diferente ante la víctima, como trabajadora de la empresa “Agencia de Inversiones Rentables SL”. Simuló tener encomendada la gestión del alquiler vacacional de la vivienda situada en Sanxenxo y utilizando las imágenes y datos que el verdadero dueño de la vivienda anunciaba en una página de alquiler, contactó con la afectada.

En un primer momento intercambiaron mensajes a través de una página web de anuncios y después, a través del número de teléfono que le proporcionó la acusada. Le ofertó el alquiler de la vivienda del 1 al 23 de agosto de 2021, y le pidió en concepto de reserva de alquiler la cantidad de 750 euros, que la afectada pagó a través de Bizum el 29 de junio de 2021.

La anunciante, para dar más apariencia de veracidad a su relato, incluso le envió un contrato en el que figuraba como arrendadora una tal Olga, si bien posteriormente la denunciante averiguó que dicha vivienda también se anunciaba en la página web de anuncios por su verdadero dueño y no era la tal Olga. Después de haber pagado los 750 euros, la testigo siguió contactando por WhatsApp con la acusada hasta un momento en que esta bloquea el teléfono y no le responde más mensajes, sin restituirle el dinero que había abonado, frustrando las vacaciones de la víctima.

En ambos casos se interpuso recurso de apelación, ante la Audiencia Provincial, que las desestimó para confirmar la sentencia.

Una pontevedresa alquila en Lugo un piso que no tiene

Una pontevedresa ha sido condenada como responsable de un delito de estafa a la pena de un año de prisión, en esta ocasión por alquiler un piso que no tenía, en Lugo. La acusada deberá indemnizar a la víctima en la cantidad de 800 euros, que es el dinero que le adelantó la afectada. En la sentencia se considera probado que la acusada, “con ánimo de enriquecimiento ilícito”, contactó con la víctima a través de una página de ofertas inmobiliaria, ofreciéndole el alquiler de un piso, en este caso en la ciudad de Lugo. En agosto de 2021, la perjudicada, tras varias conversaciones, primero a través del sistema de mensajería de la propia página web de oferta de pisos y después a través de WhatsApp, ingresó a través del sistema Bizum, en un primer momento 500 euros y a continuación 300 euros, abonados en una cuenta de titularidad de la acusada. Una vez cobradas las cantidades, la investigada no volvió a ponerse en contacto con la perjudicada, ni materializar el alquiler.