Las mariscadoras retiran miles de kilos de mejillón de los bancos, “que tardarán un año en recuperarse”

Volverán este miércoles a limpiar las zonas de cría de almeja invadidas en el fondo de la ría de Pontevedra | Aumentarán el número de contenedores porque se quedaron cortas al no sospechar que hubiese tanto molusco

Descarga de mejilllones en uno de los bins en la zona de marisqueo de Lourizán.

Descarga de mejilllones en uno de los bins en la zona de marisqueo de Lourizán. / RAFA VAZQUEZ

Jornada intensa de limpieza en los bancos marisqueros del fondo de la ría, a donde ayer salieron los profesionales a hacer limpieza, una actividad para la que han contado con la autorización del Instituto Social de la Marina (ISM). Tal y como han asegurado las responsables de los grupos marisqueros, se han retirado miles de kilos de mejillón, especie oportunista que estaba aprovechando el paro en la extracción por parte del sector para ocupar las zonas propias de la cría de almeja, de las que ya se habían apropiado.

Alrededor de las diez y media de la mañana, aprovechando una de las mareas bajas más propicias para llevar a cabo la limpieza, decenas de profesionales salieron a la “ribeira” equipados con capachos en los que poder poner los mejillones, que después fueron volcando en los bins (contenedores de depuración de mariscos), algunos de ellos con capacidad de hasta 1.000 kilos cada uno.

Tanto en la zona de Lourizán como en la de Ameixal, en Campelo, se llenaron hasta tres bins en cada una durante varias horas. Había sospecha de que los mejillones ocupaban buena parte del área de las almejas, pero nada hacía pensar que fuese tal la cantidad de moluscos.

“Había bastantes, no pensamos que tantos, así que mañana (por hoy miércoles) tenemos que volver porque dejamos tres bins llenos para que recogiera el barco. No calculamos bien, pero es que era muy difícil”, reconoce Elena Padín, presidenta de las mariscadoras de Raxó.

Finalmente, casi todo lo recogido era mejillón, ya que había la sospecha de que también se encontraría ostra rizada, que suele encontrarse las áreas de las almejas.

También en la zona de marisqueo de Lourizán se llenaron otros tres bins y tienen pensado organizar la salida de hoy con más depósitos, “ya que una vez que sales a la ribeira es una pena marcharte dejando el trabajo sin acabar, como nos pasó este martes”, confiesa Loli Moreira, presidenta de la agrupación de mariscadoras de la Cofradía de Lourizán.

“Ya sabíamos que había mucho mejillón porque encontrábamos piñas de ellos salpicadas por la playa, pero tantos...”, añade.

Las mariscadoras trabajaron durante al menos dos horas aprovechando la marea.   | // R.V.

Las mariscadoras trabajaron durante al menos dos horas aprovechando la marea. / RAFA VÁZQUEZ

No hay almeja ni da la talla

Hay mucha preocupación en el sector porque las últimas lluvias de las borrascas de febrero y marzo no han dejado que la salinidad del fondo de la ría se recupere y esto provoca la mortandad de la almeja. Por el momento, siguen con el paro de la actividad, que en el caso del marisqueo a pie se prolongará hasta abril y en el de a flote hasta el verano.

“El 8 de abril iremos a rarear, siempre en función de cómo estén los bancos marisqueros”, informa Moreira.

Hay que recordar que el rareo consiste en coger la siembra y echarla en diferentes zonas, para que la almeja se dé en todo el banco marisquero.

Ahora mismo apenas queda este bivalvo y el que hay es de pequeño tamaño o escasea. Básicamente, la culpa ha sido de las abundantes precipitaciones, que cambiaron la salinidad del agua, volviéndola más dulce. Han sido un otoño y un invierno especialmente duros en este sentido, por lo que las mariscadoras se temen que “la recuperación va a llevar como mínimo un año”.

Es por ello que, a través de la Xunta de Galicia, movieron los trámites necesarios para que la zona sea declarada catastrófica.

“Lourizán está muy mal, vamos a probar esa semana de abril a ver cómo va la cosa, pero hoy por hoy no pinta bien”, manifiesta Loli Moreira.

“En todo caso, el ciclo no es tan rápido, ya que hace falta un período de tiempo para que la almeja se recupere. Como mínimo un año. Está siendo muy complicado para todos, porque aunque la gente prepara el cese, tardan meses en cobrar”, concluye la mariscadora.

Nuevos muestreos durante la primavera

Durante esta primavera se volverán a hacer nuevos muestreos de la situación en el fondo de la ría de Pontevedra para evaluar los bancos marisqueros. Es el proceso habitual y ya se hizo a finales de año, cuando se enviaron a la Xunta de Galicia los informes del técnico, que el gobierno autonómico aseguró que remitiría al gobierno central para solicitar la declaración de “zona catastrófica”. La producción marisquera sufrió una desplome de más del 80% en Galicia entre el 24 de octubre y el 24 de noviembre, lo que se tradujo en una caída del 57% en facturación en las lonjas. Esta es una de las conclusiones que recogen los informes encargados por la Xunta a Meteogalicia, Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) y el Centro de Investigacións Mariñas (CIMA) para elevar al Estado en su reclamación de declaración de zona catastrófica de las rías gallegas de Pontevedra y A Coruña debido a la mortandad del marisco en otoño.

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