Saturación en los talleres mecánicos: “Aquí no caben más coches”

Los ténicos pontevedreses atienden a una media de treinta clientes cada semana

José Boullosa, de Croix Pontevedra, trabaja en el taller

José Boullosa, de Croix Pontevedra, trabaja en el taller / Javier Teniente

Gala Dacosta

Este verano, los talleres automovilísticos experimentan una importante subida de la demanda en servicios de reparación y recambio de piezas. Los mecánicos de Pontevedra señalan los diferentes ingredientes que crearon el cóctel del mayor “overbooking” de los últimos años. Apuntan a circunstancias como el encarecimiento de la vida, el sistema de tráfico de una ciudad como Pontevedra y el envejecimiento del parque móvil: la gente compra menos y repara más. Estos días hay que probar suerte para que alguien descuelgue el teléfono en los talleres de la urbe y, cuando lo hacen, esperar a ver si queda algún hueco disponible. Ya tienen rodaje en lo del ajetreo, pero estas semanas son un no parar de ajustes, puestas a punto para salir de viaje y recambios de piezas concretas.

Raúl Mesías y un mecánico trabajando en Autobox.   | // JAVIER TENIENTE

Raúl Mesías y un mecánico trabajando en Autobox. / Javier Teniente

Toño Varela, del taller Virmóvil, cuenta que el parque de automóviles ha envejecido mucho y que la gente anda menos en su coche particular, sobre todo en una ciudad como Pontevedra. “Eso hace que cada vez que no se revisa el vehículo antes de salir lleguen las sorpresas”, indica. También incide en la falta de previsión de los clientes, que llegan a pedir hueco para el mismo día y eso causa cierta desorganización. Además, en verano, la gente está deseando hacer uso de su vehículo para marcharse de escapada, y por eso acude a última hora y con prisas al taller.

El propietario de Croix Pontevedra repara un turismo.   | // JAVIER TENIENTE

Toño Varela comprueba el aceite de un vehículo en Virmóvil / Javier Teniente

El segundo motivo de la creciente demanda lo achaca a la subida generalizada de los precios. En Virmóvil, que ofrece también servicio de compra y venta de vehículos, conocen de primera mano lo que ocurre con el mercado automovilístico: “Yo mismo noto la diferencia. Una gran mayoría de la gente busca coches de poco más de mil euros, y con eso hoy en día te venden chatarra”. Ésto lo confirma el técnico Raúl Mesías, de Autobox Pontevedra. A pesar de que su taller es pequeño, cuentan con alrededor de treinta o cuarenta clientes cada semana a lo largo de la época estival: “Tenemos una jornada intensiva y llevamos dos semanas que no podemos admitir más, aquí no caben. Hay averías que surgen en el último momento y la gente viene cuando puede”, dice. “Hoy en día el mercado es incierto y los coches son bastante antiguos. Siempre les decimos a los clientes que mejor reparen antes de comprar, porque los coches no salen baratos y el mantenimiento hoy en día de estos vehículos es un despropósito”.

"Decimos a los clientes que mejor reparen antes que comprar: los coches de ahora no salen baratos y el mantenimiento es un despropósito"

Raúl Mesías

— Propietario de Autobox

También José Boullosa, del taller Pontevedra Croix, cree que ha aumentado el coste de la vida y eso ha hecho que los conductores no compren. Pero sin embargo no notan el “overbooking” de los anteriores negocios por las características de su taller. De hecho, ha disminuido un poco la demanda en este caso. En Pontevedra Croix, de menor tamaño, atienden esta semana a un total de nueve coches, por ejemplo: “Tal y como están los precios, aumentan las piezas y también la mano de obra. Toda la estructura de costes es elevada”, explica el encargado. A la hora de elaborar un presupuesto, notan que los clientes esperan “hasta el último momento, casi hasta que el coche ya no aguanta más”.

"Tal y como están los precios, aumentan las piezas y también la mano de obra. Toda la estructura de costes es elevada"

José Boullosa

— Propietario de Croix Pontevedra

Los mecánicos apuestan por turnarse ante la carga de trabajo

Para disfrutar un poco del verano, el taller de Raúl Mesías abre desde las 7.00 horas y, a pesar de que el horario varía, cierra a eso de las 17.00. La jornada, por tanto, es intensiva, pero luego les quedan horas de día. “Afortunadamente, hoy en día todos tenemos más ocio y la gente en verano sale”, dice Toño Varela, de Virmóvil. Éste es el principal motivo de la saturación de los talleres pontevedreses. En cambio ellos, que antes no tenían vacaciones en verano, se sumaron a la conciliación: “Valoramos tener tiempo con la familia de calidad. Tener vacaciones en verano es maravilloso. Pero también hay mucho trabajo y por eso nos turnamos, cada quince días dos personas están libres”. En Croix, sin embargo, por el momento no pueden plantearse esa opción: “Tenemos que trabajar”.

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