El rey emérito Juan Carlos I dejó por unas horas de lado su pasión por la vela para disfrutar de otro deporte, el balonmano. Acompañado por Pedro Campos y por su familiar Pedro de Borbón y Dos Sicilias, el monarca se desplazó hasta Pontevedra para ver el partido entre el Cisne y el Barça B, equipo en el que juega su nieto Pablo Urdangarin. El exjefe del Estado llegó en torno al minuto 13 del encuentro y se sentó en una zona especialmente habilitada para él tras la mesa arbitral. Curiosamente, justo tres minutos después, su nieto Pablo entraba por primera vez en la pista.

Tras el descanso del partido, en el que el Cisne logró el ascenso a la máxima categoría nacional de balonmano, la Liga Asobal, se anunció por megafonía la presencia del monarca, que recibió algunos tímidos aplausos. Pero el verdadero baño de masas llegaría al término del encuentro, con los jugadores pontevedreses festejando su victoria por un lado y, en el otro, Juan Carlos fundiéndose en un abrazo con su nieto, con el que compartió una pequeña charla antes de abandonar el pabellón saludando a varios aficionados y haciéndose fotos con algunas de las personas que se lo pidieron. Mientras, en la pista, un Pablo Urdangarín visiblemente frustrado por el resultado se abrazaba con sus rivales, les felicitaba por el logro conseguido y atendía las peticiones de fotos y autógrafos de varios de los presentes.

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Así fue el encuentro del rey emérito con su nieto Pablo Urdangarin en Pontevedra F. M / C. P.

A su salida del recinto, el rey emérito fue caminando con dificultad, apoyado con un brazo en uno de los miembros de su equipo de seguridad y, con el otro, primero en la barandilla de la rampa de acceso y después en un bastón. Unos metros más lejos del pabellón estaba el coche de Pedro Campos, al que se subió para, tras un último saludo, regresar a Sanxenxo.

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El rey emérito, a la caña del 'Bribón' pero sin viento R. P.

La regata continúa en Sanxenxo

Si las condiciones meteorológicas lo permiten, hoy continuará la regata del Trofeo Viajes InterRías en el Real Club Náutico de Sanxenxo. Será la jornada final de la prueba, que arrancará a partir de las 12.30 horas y en la que el Bribón 500, que patronea el rey emérito, y el Stella saldrán al campo de regatas como líderes. Podrían disputarse hasta tres pruebas a partir de las 13.00 horas. La hora límite de salida es las 15.30 horas, lo que significa que después de ese momento el Comité de Regatas no podrá iniciar ninguna prueba.