Dos iniciativas privadas y una de carácter público financiada por la Fundación Amancio Ortega permitirán aumentar de forma exponencial la oferta de plazas para la tercera edad en residencias. La ciudad cuenta a día de hoy con tres centros destinados a este fin, que suman unas 260 plazas, pero los tres proyectos en marcha (uno a punto de abrir y dos en fase previa a su construcción), sumarán al menos 400 espacios más a la oferta actual y se llegará a cerca de 700, lo que pone de manifiesto el auge del sector geriátrico y el envejecimiento progresivo de la población.
Mañana mismo, se abre la residencia de DomusVi en la antigua comandancia de la Guardia Civil de Loureiro Crespo, con 120 plazas, aunque la llegada de los usuarios no es inminente. Desde agosto pasado, la inmobiliaria Atirual dispone de licencia para otra instalación privada en A Parda con capacidad para unas 160 personas. Y hace una semana que la Fundación Amancio Ortega recibió también la autorización municipal para ejecutar la segunda residencia pública de la ciudad, tras la de Campolongo.
Se levantará en la calle Doce de Novembro y el futuro edificio contará con una superficie total construida de algo más de 9.200 metros cuadrados, con 120 plazas, distribuidas en 42 habitaciones dobles y 36 individuales. Se construirá en una parcela cedida por el Concello de casi 5.000 metros cuadrados con cuatro plantas, pero el diseño arquitectónico que impone la diferencia de cuota hace que, según la calle, los caminantes puedan ver tres o cuatro alturas. Según los datos ofrecidos en su día por la Fundación Amancio Ortega, la construcción de este proyecto tendrá un presupuesto de doce millones de euros que procederán de manera íntegra de sus fondos, gracias a un convenio de colaboración con la Xunta de Galicia.
En la actualidad, el centro de Campolongo tiene 136 plazas, y las privadas Saraiva y Soremay tienen 38 y 87 respectivamente.
Será la Fundación Amancio Ortega la que financie esta residencia con un presupuesto de unos doce millones de euros, en virtud de convenio firmado con la Xunta en septiembre de 2019 para esta y otras seis instalaciones parecidas. Todos ellos “contarán con servicios innovadores como unidades psicogeriátricas especializadas en el tratamiento del Alzhéimer y otras patologías similares”, según destaca la Fundación.
Tras varios un cambio de ubicación (se desestimó otro solar en A Parda) la parcela elegida fue cedida por el Concello hace un año y permitirá la creación de 115 puestos de trabajo. La Consellería de Política Social explicó ayer que será la Fundación Amancio Ortega la que se encargue tanto de la construcción como del equipamiento de la residencia, para entregar después las llaves a la Xunta para integrarse en su red pública. Recuerda que el presupuesto estimado es de 12 millones de euros, y “la intención es que comience en las próximas semanas. Las obras, cuyo diseño no ha cambiado, tienen un plazo de ejecución de 18 meses”.
El centro contará con 120 plazas para usuarios, distribuidas en un total de 42 habitaciones dobles y 36 individuales, de las que 38 plazas estarán en la primera planta, 41 en la segunda y otras 41 en la planta baja.
La otra residencia de personas de la tercera edad privada programada en Pontevedra se localiza en el barrio de A Parda. La empresa Atirual Inmobiliaria S.L. acondiciona una parcela situada en la calle Maruxa Mallo, para la instalación de un centro residencial privado que dispondrá de unas 160 plazas. Contará con un total de 132 habitaciones, 114 individuales y 18 dobles, así como una zona de aparcamiento con 27 espacios de estacionamiento para todo tipo de vehículos y dos específicas para motocicletas.
La superficie de la parcela es de 1.373 metros y el total de metros cuadrados construidos alcanzará los casi 9.900. Para ello, la empresa realizará una inversión de más de 6,2 millones de euros.
A esta oferta en la ciudad se debe sumar la existencia en la comarca, con tres centros públicos y privados cerca de Pontevedra, como son los de Marín (78 plazas), Vilaboa (193) y Poio (129) y otros algo más alejados: Caldas (77), y Cerdedo-Cotobade (18), según los datos oficiales de la propia consellería.
Nueva imagen y otros usos para el antiguo cuartel, 16 años después de su cierre
La empresa DomusVi abre mañana las puertas de su nueva residencia en la calle Loureiro Crespo, en el antiguo cuartel de la Guardia Civil. Esta inauguración llega 16 años después del cierre de la comandancia, en 2006. Durante años permaneció abandonada y fue objeto de incendios y okupas, hasta que esa compañía adquirió el edificio, ala Gerencia de Infraestructuras y Equipamiento de la Seguridad del Estado (G.I.E.S.E.) del Ministerio de Interior, en pública subasta, en 2018 por 1,5 millones de euros aproximadamente. Cuatro años después de aquella adquisición, se abre ahora el centro DomusVi Ciudad de Pontevedra, dirigido por Sara Iglesias.
Cuenta con plantas y 120 plazas disponibles y en su ejecución se decidió mantener el muro de piedra exterior de la comandancia, lo que permitió elaborar algunas zonas exteriores dentro de la propiedad. Así, la empresa subraya que “DomusVi Ciudad de Pontevedra es la primera residencia ubicada en pleno centro de la ciudad y cuenta con modernas instalaciones y espacios interiores, a los que se suman confortables zonas al aire libre para garantizar el bienestar de las personas residentes y usuarias. El centro dispone también zonas de uso común como una cafetería, un gimnasio y una terraza con un huerto urbano”. Entre la tercera planta y la sexta, se distribuirán las 46 habitaciones individuales y 36 dobles de las que dispone el centro. Dieciséis años después de que la comandancia se trasladara a su actual ubicación en A Barca, el edificio de la esquina de Loureiro Crespo y Casimiro Gómez muestra ya una imagen totalmente renovada y nuevos usos sociales.
