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La crisis de suministros "adelanta" la Navidad

Los pontevedreses empiezan ya a hacer algunas de sus compras por temor al desabastecimiento. Especialmente juguetes, pero también otro tipo de regalos e incluso algunos productos de alimentación específicos están teniendo más demanda de lo habitual en estas fechas.

Una mujer viendo varios artículos ayer en Din y Don Jugueterías. | // GUSTAVO SANTOS

La crisis de suministros global, que amenaza el abastecimiento de una amplia variedad de productos, ha llevado a que los pontevedreses estén adelantando sus compras navideñas más de lo habitual, comenzando a adquirir algunos productos ya en el mes de octubre. Los encargos relacionados con la alimentación se están haciendo con más margen de tiempo, así como la realización de cierto aprovisionamiento para esas fechas tan señaladas, pero este adelanto se está notando sobre todo en la compra de regalos, especialmente juguetes.

Las cartas a los Reyes Magos o Papa Noel este 2021 se han escrito más temprano que nunca. “Se nota un repunte de las ventas en las tiendas. La gente está siendo previsora, sobre todo por las noticias que le llegan por los medios de comunicación”, admite José Manuel Quevedo, gerente de Din y Don Jugueterías, que en Pontevedra cuenta con establecimientos en Benito Corbal y Peregrina.

A los problemas con los chips, que han derivado en la descatalogación de muchos productos, se suma la crisis de contenedores que vienen desde China, lo que ha encarecido el transporte, llegándose a multiplicar hasta por ocho, y está provocando retrasos con el suministro. “Lo que estaba previsto que nos llegara en septiembre nos está llegando ahora. Contamos con que en diciembre llegue el 100% de los productos de importación, ahora mismo el 20 o 25% de los productos está pendiente de llegar. Lo que tenemos en catálogo lo habrá, aunque en algunos casos con algo de retraso”, recalca Quevedo.

El encarecimiento de la harina pone en jaque a las panaderías, aunque evitan subir precios

La harina de trigo está experimentando un incremento de su precio de casi un 30% desde mediados de año provocado por la crisis de suministro. Tras una nueva subida en bolsa, el precio de la tonelada ha crecido ocho euros y se espera un nuevo repunte a finales de año, lo que supondría un encarecimiento total en los últimos meses de casi un 60%.

“La incertidumbre es total, estamos muy preocupados. Ya no es solo la subida de precio, es que no garantizan el suministro”, señala Andrés Acuña, propietario de las panaderías del mismo nombre. En su caso concreto, cuenta con cultivos de trigo autóctono, “pero es una cosecha pequeña, sería más bien un apoyo según el desabastecimiento que haya”, por lo que tendría que optar también por otras alternativas.

Por ahora, al menos en Panaderías Acuña, están “retrasando la subida de precios, pero estamos contra las cuerdas y llegará un momento que la situación será inviable”. Y es que la subida de precios no afecta únicamente al trigo, sino también a otros productos que empiezan a escasear, como el chocolate o algunos frutos secos.

La hostelería, preocupada por el stock de alcohol

La crisis de suministros tiene un impacto global, afectando a todo tipo de productos. La hostelería ha percibido en las últimas semanas problemas con algunas marcas de bebidas alcohólicas, teniendo serios problemas de stock de cara a las fiestas navideñas.

“Hace dos o tres semanas que ya no hay Seagram’s, solo lo tienen quienes hayan hecho una compra grande anteriormente o que hayan ido a sitios menos habituales”, apunta Antonio Fernández “Tonete”, propietario de varios locales de ocio nocturno en la ciudad, como el Pub Moncloa, en la Rúa da Palma. La mayoría de empresarios hosteleros de Pontevedra compran en Cash Galicia, donde esta marca de ginebra ya no está disponible. “De Beefeater se ha limitado la compra a cuatro botellas por cliente y está previsto que haya problemas con el suministro de los rones Barceló y Cacique”.

Tonete explica que en el caso concreto de Seagram’s el problema es que “no tienen cristal para embotellar el alcohol”, mientras que otras marcas están sufriendo la crisis de transporte y los problemas derivados del Brexit. “Me preocuparía si no hubiera alcohol, no de que falten algunas marcas. Hay 100 marcas de ginebra, es fácilmente sustituible, sobre todo para momentos puntuales”, apunta el empresario, que descarta subir los precios de las copas: “Solo subiría el precio si me cuesta más la botella, pero no me resultaría rentable, porque la gente, en general, pediría una alternativa más barata”.

También le resulta casi imposible hacer aprovisionamiento de estas marcas, porque dada la crisis económica, no es momento de hacer grandes inversiones.

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