Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La historia de los 2,4 millones de la Bonoloto que tocaron en Poio

Rosa Rey celebra con clientes y familia haber repartido un premio millonario en la Bonoloto. Gustavo Santos

Imagine que un día despierta y ha ganado casi dos millones y medio de euros. Es lo que le ha pasado a un vecino de Poio, como sospecha la lotera de Lourido, Rosa Rey, que ha repartido el premio y da por hecho que le ha tocado a alguien del pueblo. 

El premio de la Bonoloto de la noche del pasado lunes es exactamente de 2.402.264,16 euros ya que el agraciado fue el único acertante de Primera Categoría en el sorteo, según informó Loterías y Apuestas del Estado. “Estuve pensando y creo que tocaron en el pueblo, que el premio se queda aquí, porque ayer –por el lunes– fue festivo y abrí incluso por la tarde, no hizo buen día y no vino mucha gente y según el número de apuestas te orientas un poco porque además hubo muy poquita gente”, comenta la dueña del Despacho Receptor Número 87.010 de la Avenida da Praia, 32 (Lourido), que dudaba entre varios clientes.

Doble alegría

 “Que le toque a alguien del pueblo es una alegría y si es alguien que lo necesita aún más”, añadió aún nerviosa. “Estoy muy feliz, como si me hubiera tocado a mí. Es el premio más grande que he dado, y es lo más bonito de esta profesión”, explica Rey. La combinación ganadora del sorteo de la Bonoloto estuvo formada por los números 3, 4, 6, 11, 12 y 32. El complementario fue el 28 y el reintegro, el 8. La recaudación ascendió a 2.788.968 euros.

“Yo me enteré de noche y ya con los nervios no pude dormir pensando a quién le habría tocado. Y con lo duro que está siendo este año al menos ayudas un poquito al que esté agobiado”, confesaba celebrándolo.

“Que le toque a alguien del pueblo es una alegría y si es alguien que lo necesita aún más”

decoration

Este es el segundo gran premio que Rosa Rey da después de entregar hace tres años 783.460 euros en La Primitiva. “Cuando me enteré de este ni siquiera estaba en casa, fue por la prensa y me puse también muy nerviosa. Se siente mucha alegría, aunque no sea para ti. No es ya por la fama ni nada, sino por el hecho de darlo”, comenta. Pese a ello apunta que después de un gran premio siempre acude más clientela, aunque es algo pasajero. Ayer, desde luego, hizo efecto. Y es que se acercaron muchos de sus clientes para felicitarla y comprar “donde había tocado la suerte” y le pedían que les diera un billete agraciado.

También bromea con que con algunos clientes fijos ha hablado de que le darían “un piquito” si les toca, aunque no espera nada. “Sé que el otro premio (el de hace tres años) quedó en Poio también. No lo celebré con él, pero yo sé quién es. La gente no lo suele decir. Lo entiendo porque es mucho dinero y la gente se mide. Así que no creo que de la cara, quizás en privado, porque yo no digo nada”, promete la lotera con más de 30 años de experiencia. 

Poio celebra que tiene un nuevo millonario gracias a la Bonoloto

Poio celebra que tiene un nuevo millonario gracias a la Bonoloto V. Bustamante

La Bonoloto dejó en la noche del lunes dos boletos más de Segunda Categoría (cinco aciertos más complementario) que fueron validados en la Administración de Loterías Número 15 de Huelva y en la Número 1 de Oropesa (Toledo).

La lotera muestra sus brujas con algunos clientes. Gustavo Santos

“Pienso dar mi tercer gran  premio antes de jubilarme”

Rosa Rey trabaja “entre brujas” que le dan suerte. A su izquierda tiene una repisa completa de figuritas pequeñas y a su derecha tiene a tres colocadas en fila, recibiendo a la clientela. La del medio, la más grande, es la más especial y la que le da más suerte. “Esta es la mejor –señala– esta ya dio el premio anterior. La tuve castigada en un rincón porque no me daba ningún premio grande y entonces tocó en 2018. “La gente le seguía pasando los boletos y la semana pasada le dio un boleto de cinco columnas a una señora, a punto de darle la sexta también. Estaba ahí y al final cayó. Mucha gente le pasa el boleto a mi bruja, yo se lo recomiendo porque haberlas haylas”, cuenta orgullosa.

“Las brujas las tengo de toda la vida, ahora la quiero mucho –a la más grande– y esta se va a jubilar conmigo”, confiesa. Y es que a sus 70 años esta lotera confiesa que antes de jubilarse tiene que pagar su hipoteca y dar un tercer gran premio. “No hay dos sin tres. Así que pienso dar uno más y jubilarme pronto”, espeta. 

Rosa lleva en la administración de Lourido unos 36 años. “Empecé en otro local y de aquella trabajábamos con el sello, dando una parte del boleto y quedándote con el otro. Un día había un ratón y nos comió un sello y tuvimos que pagarlo”, recuerda sonriente. “Después vino la máquina que te marcaba un numerito como si fuera a lápiz. Allí empezamos. Luego compramos esto, edificamos y empezamos con la maquinaria más moderna. Teníamos además bar y sellábamos día y noche con la máquina en la barra hasta el cierre”, relata contando una vida de trabajo.

Esto lo llevo yo sola con mucho esfuerzo. Abro a las 9 de la mañana, como rápido y luego cierro a las 20.30 horas, en verano a las 21. Fines de semana, festivos mañana y tarde, todo. Solo descanso los domingos y a partir de ahora pensé en descansar también los sábados por la tarde. Porque ya me llegó de pasar horas aquí”, sentencia. 

Compartir el artículo

stats