La curva del COVID-19 en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés se ha desplomado en un millar de infectados en apenas 10 días. De los 2.526 casos activos notificados por Sanidade del pasado 7 de febrero hemos pasado a los 1.539 de este miércoles. Una caída en picado que muestra los resultados de las estrictas medidas implantadas en enero.

Esta menor incidencia se traslada a los hospitales, que registran una menor presión asistencial: los ingresados bajan del centenar. El Sergas informa hoy de 96 (-7) internados, con 15 (-2) pacientes en la UCI y 81 (-5) en planta. El grueso de los enfermos estables, 69, se halla repartido entre Montecelo y Provincial, mientras QuirónSalud y el Hospital de O Salnés asisten a otras seis personas respectivamente.

La contención del virus se observa también en la caída de los contagios diarios, con solo 49 diagnósticos en las últimas 24 horas. De ellos, 46 se confirmaron entre las 771 PCR efectuadas. Este ligero aumento se ha visto neutralizado por las 143 altas médicas, lo que hace caer el gráfico de los infectados hasta los 1.539 casos (-95).

El área notificó anoche un nuevo fallecimiento, el de una mujer de 68 ingresada en Montecelo. Con ella ya son 142 las víctimas del coronavirus en Pontevedra y O Salnés, que se mantiene como la demarcación con menor mortandad por el patógeno.

El total de personas afectadas por la pandemia desde marzo asciende hoy a 11.907, de las que 10.229 superaron el virus. El cómputo acumulado de PCR suma 157.661. La tasa de positividad a siete días se mantiene por encima del 7%, la segunda más alta de toda Galicia.