El descenso de tráfico en las carreteras pontevedresas que se registró a raíz de las restricciones adoptadas para frenar la pandemia no se tradujo en una reducción de las víctimas mortales por accidente, que se mantuvo en 24, las mismas que en 2019. Precisamente, cabe resaltar que los peores meses para la siniestralidad vial en 2020 fueron aquellos en los que apenas hubo restricciones por COVID-19 y el tráfico recuperó su intensidad habitual: el verano.

Según explicó la Subdelegada, Maica Larriba, julio, agosto y septiembre suman la mayor parte de las víctimas mortales de este 2020, siendo especialmente malos los datos de julio. El mes que siguió al final del estado de alarma y la desescalada sumó casi un tercio de todos los fallecidos del año, un total de 7, además de 18 heridos graves y leves.

Hubo un 26% menos de heridos graves

El resto de las cifras sí que presentan una mejoría en cuanto a siniestralidad vial. Hubo un 27% menos de accidentes con heridos, con un 33% de lesionados leves y un 26% menos de heridos graves.

Larriba estuvo acompañado del capitán del subsector de la Guardia Civil de Tráfico, Antonio Pérez Piteira, quien subrayó que, pese a las restricciones, las cifras de fallecidos y heridos están actualmente en un punto en el que van a ser “difíciles de bajar”. Aún así, hizo una llamada de atención a evitar las distracciones y los excesos de velocidad, principales elementos presentes en los siniestros, junto con la irrupción de animales en la calzada.

Un 38% de los fallecidos eran "usuarios vulnerables"

Larriba también incidió en la manera en la que afectaron los accidentes a los usuarios más vulnerables en carretera. Un 38% de los fallecidos eran “usuarios vulnerables”, es decir, peatones, ciclistas o motoristas. Aquí se detectó una buena evolución en lo que respecta a los peatones, Con dos fallecidos el pasado año, el descenso respecto al número de víctimas de 2019 fue de un 60% (con cinco muertos). Los malos datos se refieren a los motoristas, con cinco fallecidos el pasado ejercicio. Un ciclista perdió la vida en accidente de tráfico en la provincia.

En cuanto al perfil de los fallecidos en accidente de tráfico: El grupo de edad con más víctimas fue el que comprende entre los 35 y los 44 años de edad que aglutina el 35% de las muertes. Además, el 66% eran varones.

La tarde fue el momento en el que se produjeron más accidentes, siendo lunes, jueves y sábado los días en los que se produjeron un mayor número de decesos.

Descenso de la movilidad

Tal y como destacó la subdelegada del Gobierno, los datos de siniestralidad vial, “como todos los aspectos de la vida en esta pandemia”, se han visto afectados por la crisis sanitaria. Así, ofreció cifras sobre como las medias para frenar al virus afectaron a la movilidad en la provincia. Según los datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, durante los meses del confinamiento más duro (marzo y abril) la movilidad en la provincia se redujo entre un 43% y un 56%.

En las primeras semanas de la desescalada, la circulación de vehículos se recuperaron pero todavía registraban una caída de un 39% respecto a a los valores del periodo de normalidad anterior. A finales del mes de mayo la reducción del tráfico era ya apenas de un 24%.

¿Y cuál es la situación actual tras el endurecimiento de las restricciones por parte de la Xunta? Las últimas medidas que llaman a un autoconfinamiento en la medida de lo posible para tratar de frenar la tercera ola de la pandemia llevaron el volumen de tráfico en la provincia a niveles, precisamente, similares a aquellos del pasado mes de mayo, con un 24% menos de tráfico en las carreteras actualmente.

En esta situación, enero de 2021 se cerró sin ninguna víctima mortal en las carreteras interurbanas de Pontevedra (el año pasado ya se contabilizaba uno). Larriba hizo una llamada a la “prudencia y responsabilidad” en carretera para poder rebajar la cifra de víctimas.

Satisfacción por la revisión de la seguridad en el trazado de la AP-9

La subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, valoró ayer el anuncio realizado por Transportes de que se ordenó una inspección de la seguridad en toda la AP-9. Según explicó Larriba, la decisión se adoptó a raíz de las informaciones que se fueron conociendo en los últimos días sobre deficiencias en el trazado de la AP-9, recogidas tanto en informes como en quejas de colectivos vecinales como pudo ser el del puente de la autopista que cruza el barrio pontevedrés de Mollavao. “No tenemos nada que objetar”, explicó Larriba, “es algo que se venía haciendo y que se hace ahora a raíz de estas informaciones”, indicó, de tal forma que “han merecido una respuesta de proceder a la vigilancia de la segurida en la autopista”. “Es algo que nos satisface”, explicó, y señaló que esta acción de vigilancia sobre las condiciones de la AP-9 es parte de la función del Ejecutivo.

Destaca que las retenciones en la frontera afectan a los controles de la GNR

Maica Larriba también analizó la afectación en el tráfico de las medidas de control de movilidad adoptadas en la frontera entre la provincia de Pontevedra y Portugal, así como a las retenciones que se están produciendo debido a los controles policiales que se llevan a cabo a ambos lados de la “raia” para verificar que no se producen desplazamientos que no sean por causa justificada. Larriba destacó que estas medidas son fruto de una petición de colaboración solicitada por el gobierno luso para frenar la expansión del COVID-19 en este país, con una incidencia muy elevada. Se cerraron los pasos fronterizos y se habilitó un paso permanente en Tui y otro en Salvaterra que tiene un margen horario coincidente con las principales horas de entrada y salida al trabajo. En cuanto a los atascos, Larriba reconoció que el lunes se registraron algunas colas importantes, incluso de varios kilómetros, que afectaban exclusivamente a los carriles de entrada en Portugal por los controles que estaba realizando la GNR lusa a los vehículos que trataban de llegar al país vecino. Subrayó que los controles de la Policía Nacional estaban funcionando bien y que le paso hacia España estuvo “expedito” en todo momento.

Maica Larriba, subdelegada del Gobierno en Pontevedra, durante la presentación de balance sobre seguridad vial en la provincia.

La irrupción de animales en la calzada causó casi 600 siniestros, uno de ellos mortal

La subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, llamó la atención sobre el número de accidentes que se producen en las carreteras de Pontevedra por la presencia de animales en las vías de comunicación. El propio capitán de la Guardia Civil de Tráfico, Antonio Pérez Piteira, citó esta circunstancia entre las principales causas de siniestro en la provincia. Según los datos disponibles, que abarcan hasta principios de diciembre del pasado año, en 2020 se produjeron 596 accidente de tráfico con animales. Se trata de incidentes en los que se produjeron daños en el vehículo. De todos ellos, en 18 casos hubo que lamentar víctimas: 42 heridos leves, dos heridos graves y un fallecido.

AP-9 o A-52

Además, se da la circunstancia de que algunos de los viales en los que se produce un mayor número de accidentes con animales disponen de redes o sistemas que deberían impedir su presencia en la calzada: Es el caso por ejemplo de la AP-9 o la A-52, dos vías de alta capacidad. Otras tres carreteras que registran un elevado número de siniestros con animales involucrados son la Nacional 640, la Nacional 550 y la PO-533. Esta es la carretear que conecta Lalín con Rodeiro y que el año pasado registró el accidente mortal provocado por la irrupción de un animal y que se saldó con una persona fallecida. Por lo tanto, se pidió atención a la hora de circular por estas carreteras.