Decenas de “deficiencias” y fallos de seguridad han sido detectados en los 220 kilómetros de la AP-9 y recogidos en informes oficiales que fueron remitidos tanto al Ministerio de Fomento –ahora Transportes y Movilidad– como a la propia concesionaria, Audasa, según recogía hace apenas unos días FARO. Esta situación de la autopista no es nada nueva para los vecinos del barrio pontevedrés de Mollavao, que ayer mismo denunciaban el estado “lamentable” en el que se encuentra tramo inicial del puente sobre la ría a su paso por este céntrico barrio de la ciudad del Lérez.

Tan mal está que, aseguran, se ha convertido en un problema de seguridad incluso con la caída de cascotes desde 15 metros de altura debido a los desprendimientos. “Se cae a cachos”, dicen.

El malestar vecinal se viene larvando desde hace tiempo pero se amplificó estos días a raíz de la publicación realizada por uno de ellos, Mateo González, en redes sociales. La publicación se acompañaba con fotografías de las zonas de hormigón que se desprendieron del viaducto y González pronto sumó a la suya la voz de numerosos vecinos lamentando esta situación.

Una visita a la zona basta para comprobar que el puente está visiblemente deteriorado en algunos puntos. “La falta de mantenimiento ha provocado que la maleza crezca en los laterales y poco a poco vaya desgastando el hormigón hasta el punto de que se estén produciendo pequeños despredimientos” , explica González.

Según indica, la concesionaria de la autopista es “consciente de esta situación” desde el pasado 3 de enero cuando se le comunicó por escrito. “Se limitaron a contestar que se realizaron reparaciones en puente en el año 2020 y que lo harán también en 2021”, una reacción que no parece suficiente para los vecinos que insisten en que es importante actuar cuanto antes: “De momento, ningún peatón o ciclista ha resultado herido, pero no sería de extrañar que se produjese una desgracia de no actuar de inmediato”, advierten. Desde la plataforma Mollavao Sí se suman a esta reivindicación y explican que en octubre mantuvieron una reunión con Audasa en la que solicitaron que adecentaran los bajos del puente y se pintaran los pilares pero sin éxito alguno.

Una vista general del viaducto. | // GUSTAVO SANTOS

“No es normal que caigan trozos de hormigón desde 15 metros de altura a una zona urbana”

Mateo González explicaba ayer que la zona que sobrevuela el viaducto de la AP-9 en Mollavao atraviesa además una zona enormemente concurrida, por lo que el riesgo de que algún desprendimiento pueda causar daños personales es muy elevado: “Hay que tener en cuenta que hay un colegio muy cerca, el Salvador Moreno; un centro médico importante, aparcamientos disuasorios, un centro de mayores..., no es normal que se caigan trozos de hormigón desde una altura de quince metros sobre un área urbana”, relata este vecino de Mollavao. Para los vecinos, es otro episodio más del “abandono” al que dicen que está sometido el barrio. Una situación que atribuyen a que las administraciones se vayan pasando “la pelota” de los principales problemas que tiene el barrio entre ellas. En este caso es Audasa, pero hay también quien pide al Concello que intervenga para que se solucione esta situación: “Una vez más parece que en Mollavao es común que no esté claro quien tiene que actuar, como ya ocurre con la parcela donde se asienta el circo en la que Concello, Xunta y Costas no llegan a ponerse de acuerdo para actuar”, explican. El puente sobre la ría cumplirá el año que viene 30 años y lo cruzan 47.000 vehículos al día siendo de facto una circunvalación de la ciudad, por lo que los vecinos creen que arreglarlo es una cuestión de mantenimiento de una infraestructura esencial y no solo estética.