Primer día laborable desde que ayer volviese a entrar en vigor el cierre de fronteras terrestres entre España y Portugal y primer día de atascos en a "raia". La Guardia Civil y la Policía Nacional trabajan para aligerar el tráfico en la A-55 a su paso por Tui. Los dos carriles de la autovía se han colapsado a más de cuatro kilómetros del paso del río Miño, a la altura del centro comercial del 'outlet'. La circulación avanza muy lenta y las caras de los conductores en sus vehículos reflejan gestos de crispación e impaciencia. Muchos de ellos han tardado más de dos horas en recorren este tramo de la carretera.

No es la primera vez que se registran colas en este punto desde que se empezaron a tomar este tipo de medidas por culpa de la pandemia del COVID-19 y tampoco es la primera vez que cientos de trabajadores se ven inmersos en estos colapsos. La lentitud la genera el control fronterizo entre Tui y Valença en el que las autoridades comprueban si los conductores acreditan la documentación necesaria para pasar. Se permite la entrada por motivos laborales, aunque también para visitar a cónyuges o parejas, y el paso de residentes o estudiantes, entre otros.

Este es uno de los dos únicos pasos que estará abierto durante esta jornada, junto con el de Verín, tras el cierre decretado la semana pasada por las autoridades lusas.